La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, insistió ayer en que la fuerte lluvia caída durante la noche del miércoles y la madrugada del jueves no provocó ninguna situación de caos y tachó de 'mezquinas' las críticas de la oposición. Barberá se refugió en sus competencias municipales y no asumió ninguna responsabilidad en el colapso de los accesos a Valencia, ni en la falta de encauzamiento del barranco de El Palmaret que provocó inundaciones en las pedanías del norte de la ciudad. La alcaldesa indicó que estos problemas los comenta con el responsable de la Consejería de Obras Públicas, de quien depende la responsabilidad de estas infraestructuras. La acumulación de agua en las rotondas de la pista de Ademuz las achacó a la existencia de desniveles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de septiembre de 2001