La investigación de los ataques terroristas parece estar en un punto muerto. A pesar de que ya se ha arrestado en EE UU a 352 personas y se busca a otros 400 sospechosos, el FBI no ha identificado a los cómplices directos de los suicidas. El mejor reflejo de los palos de ciego policiales son las informaciones contradictorias dadas sobre el tema en los principales periódicos: The New York Times afirmaba ayer que no se han encontrado pruebas que vinculen los atentados con Bin Laden.
Ese diario señalaba también que no hay certeza de que queden comandos en el país, mientras que The Washington Post aseguraba el día anterior que hay cuatro o cinco células de Al Qaeda, la organización de Bin Laden. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, indirectamente confirmó ayer la versión del Post, afirmando que "la comunidad de los servicios de inteligencia ha hecho un buen trabajo de rastreo de Al Qaeda".
Bob Woodward informaba en The Washington Post que el FBI vigila desde hace años a varias células de Al Qaeda, pero no ha hecho arrestos porque todos entraron legalmente a EE UU y no han cometido delitos desde su llegada. Actúan del mismo modo que los suicidas, siempre juntos y moviéndose de hotel en hotel barato, pero de acuerdo a Woodward los servicios de inteligencia "no saben por qué están aquí, cuál es su propósito o si están planeando atentados".
El rotativo también informa de que el FBI y la CIA no han hallado un vínculo entre esas células y los terroristas suicidas, pero sí han establecido una conexión entre los cuatro o cinco comandos. El diario neoyorquino, sin embargo, dice que las autoridades no han encontrado pruebas concretas que conecten a los suicidas con Bin Laden. De ser cierta, esta versión desmentiría la del Gobierno, en la que se basa campaña bélica. Según The Times, la investigación se ha trasladado a Alemania, a donde se ha desplazado un equipo del FBI, porque se cree que la conspiración pudo originarse allí.
De los 352 arrestos anunciados por el secretario de justicia, 98 son por violación de los visados migratorios y el resto por falsificación de documentos de identidad, infracciones de tráfico y otros delitos menores. Uno de los detenidos es un hispano que ayudó a conseguir licencias falsas de conducir a cinco de los suicidas. La policía ha peinado varios aeropuertos y ha detenido a decenas de empleados que trabajaban con documentos falsos en las terminales de Miami (Florida), Denver (Colorado) y Dulles (Washington DC). American Airlines confirmó ayer que había encontrado otro cuchillo como los usados por los terroristas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de septiembre de 2001