Amables, "muy discretos" y muy trabajadores, acostumbrados a las tareas del campo que miles de magrebíes contribuyen a sacar adelante en toda España. Los vecinos de los seis supuestos miembros de la célula desarticulada ayer y de los otros 10 arrestados en la operación (casi todos ya libres) jamás sospecharon que los jóvenes con los que se cruzaban casi a diario pudieran tener cualquier relación con el terrorismo.
Es el caso de Yasin Seddiki, quien trabajaba desde hace dos años en la recolección de la fresa en Lepe (Huelva). Vivía en un piso alquilado en la calle Colón y, según sus caseros, pagaba puntualmente. Un vecino lo definió como "una persona educada, que siempre volvía manchado del campo". El alcalde de Lepe, el socialista José Oria, se empeñó ayer a restar importancia a lo sucedido: "Esto es una anécdota. Pero es raro que estas cosas le pasen a uno. Que en mi pueblo hayan detectado a una persona de este tipo entra dentro de lo posible por la gran cantidad de gente que va y viene en Lepe debido a los trabajos agrícolas. Pero es una casualidad. Lepe va a seguir siendo un lugar tranquilo al que seguirán llegando magrebíes para trabajar en paz".
La misma discreción emanaba Mohamed Boualem, supuesto jefe del grupo, capturado en un cortijo del barrio Los Navarros, en La Mojonera (Almería). Quienes convivían con él desconocían a qué se dedicaba Boualem y los vecinos nunca habían visto nada sospechoso: "Nunca ha habido problemas". El martes se le vio por el barrio buscando a un mecánico amigo para que le arreglara un destartalado Ford Escort de 1987.
Comunidad árabe
La detención de Pamplona se produjo en un cuarto piso de la Travesía Pico de Ori, en el barrio de Santa María la Real, donde vive una parte importante de la comunidad árabe de la ciudad. "No sabemos nada", o "no lo conocíamos", fueron las respuestas de varios magrebíes que residen en el entorno.
A 90 kilómetros al sur, en Cascante, fue detenido Mohamed Belaziz, quien convivía con otras dos personas en un tercer piso de la calle José María Sanz, donde vivía desde hace unos seis meses. "Hay muchos inmigrantes y su movimiento es permanente", aseguró el alcalde de Cascante, el socialista Jesús García. "Nunca hemos tenido problemas con ellos. Trabajan mucho y conviven en total armonía", añadió.
La mayoría de los detenidos en L'Alcúdia de Crespins y Canals (Valencia) trabajaban en la brigada de limpieza municipal o trabajaban la naranja.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de septiembre de 2001