El Gobierno estadounidense ha comenzado a levantar algunas restricciones en materia de seguridad que se adoptaron en los aeropuertos del país tras los atentados del pasado 11 de septiembre para permitir que los usuarios sufran menos demoras en las terminales antes de facturar sus equipajes.
La Administración Federal de Aviación permitió durante el fin de semana a las principales líneas aéreas estadounidenses -entre ellas US Airways, United y Continental- realizar la facturación en zonas distintas a las terminales. Tras los atentados se prohibió que los equipajes pudieran ser facturados fuera de la zona específica de los aeropuertos, con el argumento de que existían 'riesgos en la seguridad' al ser enviados a los aviones paquetes y maletas sin el control necesario.
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El diario estadounidense USA Today indicó que esta suavización en las medidas de seguridad debe contar, en contrapartida, con una actualización en los sistemas informáticos de las compañías sobre la identidad de los pasajeros, para conocer si las personas que van a subir a un avión 'están en listas oficiales de perseguidos o considerados como un riesgo en seguridad'.
Las autoridades recomendaron a los ciudadanos que compren los billetes de avión a través de Internet para evitar las colas en los aeropuertos, pero sólo cuando se lleve equipaje de mano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de octubre de 2001