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El objetivo: Kabul, Kandahar y Jalalabad

Submarinos, aviones y bombardeos lanzaron decenas de misiles sobre las ciudades afganas

El primer ataque militar de EE UU a las bases de Osama Bin Laden, y a la infraestructura militar de los talibán en Afganistán fue coreografíado hasta el útimo detalle y ensayado durante días, señaló el Pentágono. La campaña iniciada ayer por la tarde sobre los centros neurálgicos de Kabul, Kandahar y Jalalabad será "larga y sostenida hasta que los terroristas y quienes los apoyan queden anulados. Vamos a destruir el terrorismo", anunció el secretario de defensa, Donald Rumsfeld. Testigos citados por la agencia Reuters informaron de que se habían producido víctimas mortales durante los ataques.

"El objetivo de esta primera parte es destruir las defensas aéreas de los talibán y las bases terroristas. Pero ésta es una larga batalla con múltiples componentes, diplomáticos, de inteligencia, financieros y humanitarios", dijo Rumsfeld a la prensa. "No hay una bala mágica con la que se pueda ganar en una sola acción".

Se lanzaron bombas de 220 kilos, bombas teledirigidas y 50 misiles de crucero Tomahawk desde 34 puntos en bases de tierra y buques británicos y norteamericanos y desde dos submarinos. Los ataques incluyeron 40 bombarderos B-1 y B-2 y también B-52. Estos últimos partieron de la base de Diego García, en el Oceáno Indico.

Ésa fue la parte visible de la Operación Libertad Duradera, pero fuentes del Pentágono señalaron que hubo otra invisible llevada a cabo por fuerzas especiales, norteamericanas y británicas, que se han adentrado en Afganistán desde hace días.

Aislar a los talibán

Estrategas militares indicaron ayer que el objetivo "fundamental" era aislar a los talibán para poderlos destituir después y, al mismo tiempo, ayudar a la Alianza del Norte a que avanzara hacia Kabul. "El bombardeo sólo será efectivo si cambia la relación de poder", dijo el general John Sepherd.

El militar explicó que los movimientos de los talibán de cueva en cueva se habían seguido durante meses con un sistema de sensores. Con esa información, los analistas militares han creado un patrón de movimientos de los jefes talibán y supuestamente de Osama Bin Laden, según apuntaban otras fuentes de los servicios de inteligencia.Rumsfeld no quiso evaluar los resultados -"es demasiado pronto y aún no tenemos datos precisos", afirmó- y dejó claro que el objetivo no era eliminar a Osama Bin Laden ni al mulá Mohamed Omar, líder espiritual de los talibán, sino debilitar sus aparatos terrorista y militar y dificultarles los movimientos. Enfatizó asimismo que el propósito inmediato era poder seguir dispensando ayuda humanitaria a millones de afganos.

Una evaluación preliminar no oficial señalaba que se destruyeron varias instalaciones militares talibán en Kabul. Otros objetivos destruidos fueron el radar, la torre de contol y varias pistas del aeropuerto de Kandahar, así como un comando central en Jalalabad, al norte d Kabul. La capital quedó sin electricidad.

Informes no confirmados indicaban que también fueron arrasados campos de entrenamiento de Al Qaeda, en Jalalabad y una residencia de Mohamed Omar en Kandahar. La cadena de televisión CNN informó que también habían sido alcanzados objetivos en las ciudades de Konduz, Herat y Mazar-i Sharif. Los talibán disponen de una pequeña flota de aviones, aunque algunos analistas militares en Washington calculaban que no superan la docena.

Al cierre de esta edición funcionarios del Pentágono afirmaron que la campaña de bombas sobre Afganistán continuaba. Rumsfeld no quiso precisar el significado de "campaña sostenida" y se limitó a decir que unas veces será durante 24 horas seguidas y otras durante dos o tres horas.

Aunque fuentes del Pentágono habían anticipado que la acción era inminente, el anuncio tomó por sorpresa a la nación. Ninguno de los enviados especiales que las cadenas de televisión ha desplazado a Afganistán había informado sobre la campaña aérea ni las explosiones que sucedieron a los misiles de crucero. "El propósito era desmoralizar a los talibán", afirmó el general Wesley Clark, ex jefe de la OTAN. "Es una misión de libro, perfectamente coordinada".

Las primeras informaciones sobre víctimas mortales llegaron de madrugada. La agencia Reuters aseguró, citando testigos, que se habían producido "varios" muertos. En cambio, en declaraciones a la CNN, Abdulah Abdulah, portavoz de la Alianza del Norte, dijo que los objetivos "habían sido alcanzados con precisión" y que no había recibido información sobre víctimas civiles.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de octubre de 2001