La Agencia Tributaria abrió una inspección fiscal a Gescartera en marzo de 1998 que, inopinadamente, quedó interrumpida entre 15 y 20 días después, en abril del mismo año, sin que los inspectores adoptasen ninguna medida, según informaron fuentes de la investigación. La inspección afectó a la sociedad en sí, además de a las personas que canalizaban inversiones a través de ella. Apenas dos semanas después de iniciados los trabajos los inspectores abandonaron la tarea sin tomar medidas. Tras descubrirse el escándalo financiero el pasado verano, la Agencia Tributaria retomó la inspección de esos años.
MÁS INFORMACIÓN
- Ramallo devuelve 1,6 millones de los regalos y admite que su hija es socia de Camacho
- Dossier:: El 'caso Gescartera'
- GRÁFICO Gescartera
- El PSOE sospecha que Rato firmó el crédito del HSBC a Muinmo
- 'No señoría, no. Nunca. Jamás. En absoluto'
- El Banco de España acredita que Gescartera nunca sumó más de 3.000 millones en sus cuentas bancarias
- El PSOE niega que Corcuera haya invertido en la agencia
- El empresario acusado de lavar dinero negro deja la sociedad
- El ministro de Hacienda revela 'indicios' que ligan el dinero negro de Gescartera con el PSOE
- Hacienda admite que aparcó cuatro inspecciones a Gescartera "por posible ineficacia"
- Un ex consejero de la CNMV dice que hubo una campaña contra Vives por investigar Gescartera
Los investigadores se muestran asombrados de que en poco más de dos semanas la Agencia Tributaria abriese una investigación y ésta quedase interrumpida, sin que los inspectores decidiesen hacer nada. Las sospechas se orientan a que alguien la paró.
La documentación se encuentra entre los miles de documentos remitidos al juzgado por la Agencia hace algunas semanas, después de que la juez central de instrucción Teresa Palacios estimase una petición de la Fiscalía Anticorrupción para que Hacienda enviase los antecedentes que tuviese de Gescartera.
Sin embargo, las fuentes consultadas por este periódico indicaron que aún es pronto para esclarecer "qué razones hubo ni quién tomó la decisión" de paralizar, al menos aparentemente, la inspección de Hacienda a Gescartera. Los trabajos de entonces sólo fueron retomados por la Agencia Tributaria el pasado verano, una vez estallado el escándalo y tras la intervención de la agencia decretada por la CNMV.
La inspección de la Agencia Tributaria de abril de 1998 llegó en un momento de expansión de Gescartera. Ese año, los fondos gestionados de clientes, según la auditoría entregada a la CNMV, se elevaron a 8.449 millones, lo que suponía más del doble de los fondos gestionados un año antes (3.117 millones de pesetas).
Ceses y nombramientos
En aquellas fechas, abril de 1998, estaba al frente de la Agencia Tributaria José Aurelio García Martín, que había sido el sustituto de Jesús Bermejo en julio de 1997 tras el escándalo originado por la acusación hecha por el Gobierno del PP contra el PSOE de haber "perdonado" 200.000 millones a "sus amigos". Junto a Bermejo dejó el cargo de Jefa de Inspección (segunda de la Agencia), Pilar Valiente. Bermejo y Valiente nunca pudieron demostrar aquella acusación a pesar de que acudieron juntos por la noche en busca de documentos a las oficinas de la Inspección. Tras ser destituidos, quedaron vinculados a Hacienda: Bermejo como director general del Instituto de Estudios Fiscales y Valiente como jefa de la Unidad Central de Coordinación en Materia de Delitos contra la Hacienda Pública, cargo que ocupó hasta que fue nombrada consejera de la CNMV en noviembre de 1998.
La Agencia Tributaria depende de la Secretaría de Estado de Hacienda, vinculada entonces al Ministerio de Economía, que ocupaba Rodrigo Rato, y ahora al de Hacienda. El secretario de Estado en 1998 era Juan Costa. De él dependía también la Dirección General de Tributos, que durante el primer Gobierno del PP ocupó Enrique Giménez-Reyna, el ex secretario de Estado de Hacienda que dimitió por su relación con el escándalo de Gescartera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de octubre de 2001