Un Concorde de la compañía británica British Airways aterrizó ayer en Nueva York, procedente del aeropuerto londinense de Heathrow, tras realizar con éxito el primer vuelo transatlántico del avión supersónico desde la suspensión de sus servicios en agosto de 2000.
El aparato no transportaba pasajeros, sino a un equipo de 92 ingenieros que trabajan para mejorar sus sistemas de seguridad y evitar que se repita el accidente del 25 de julio del año pasado en París, que acabó con la vida de 113 personas que viajaban en un Concorde de Air France. Ya se habían realizado otros vuelos de prueba, pero ninguno había atravesado el Atlántico. British Airways y Air France tienen previsto reanudar los vuelos el 7 de noviembre. En la foto, el Concorde despega con destino al aeropuerto J. F. Kennedy.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de octubre de 2001