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La milicia palestina dispara sobre Jerusalén

Un trabajador abre fuego contra civiles por una disputa laboral y muere a manos de un soldado

La milicia popular de los Tanzim, vinculada al partido gubernamental de Al Fatah, que lidera Yasir Arafat, inició ayer a última hora de la tarde un ataque contra el asentamiento-barrio de Gilo en Jerusalén Este. Horas antes, los Tanzim habían lanzado un ultimátum al Ejército israelí amenazando con abrir fuego sobre Gilo si los tanques no se retiraban de la provincia de Belén, que ocuparon hace cinco días, al mismo tiempo que otras cinco ciudades autónomas de Cisjordania.

Al mismo tiempo, el Gobierno de EE UU pedía al de Ariel Sharon que retire las tropas y los blindados de los territorios palestinos. En semejante coyuntura, la respuesta era previsible: un no rotundo en aras de la "autodefensa", ilustrado con nuevas incursiones militares en los campos de refugiados de Rafah, al sur de la franja de Gaza.

La agresión de los Tanzim, desde Beit Jala, situada frente a Gilo, crispó aún más la situación y deja temblando la ofensiva diplomática internacional del presidente Arafat para conseguir el fin de la ocupación de las principales ciudades autónomas de Cisjordania y el retorno a la mesa de negociaciones. Para apoyar este esfuerzo llegó anoche a Israel el responsable de la diplomacia europea, Javier Solana. Solana, que llegaba procedente de Damasco, se propone efectuar una visita en dos días a Israel, Palestina, Jordania, Egipto y Arabia Saudí.

Más leña al fuego: un trabajador palestino se enfrentó a su ex patrón con una pistola y le hirió al dispararle a bocajarro. El ataque se produjo a raíz de una disputa laboral; el trabajador, empleado en un garaje, fue despedido días atrás y trataba de negociar con su ex empleador el pago de una indemnización y los salarios. Tras disparar a su ex jefe, el palestino salió a la calle y continuó disparando y provocó tres heridos, antes de caer abatido por un soldado.

El Ministerio de Exteriores aseguraba ayer que "este atentado... constituye una prueba más de que Arafat debe luchar contra el terrorismo". Mientras tanto, unos 80.000 colonos y militantes de la ultraderecha israelí se manifestaban en Jerusalén para pedir "la expulsión" de Arafat del territorio palestino.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de octubre de 2001