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LA OFENSIVA TERRORISTA

Armado, huido, tremendamente peligroso y 'eje' del terrorismo en la capital

Juan Luis Rubenach Roig, nacido en Pamplona el 18 de septiembre de 1962, es el etarra que consiguió escapar de Madrid tras la captura de sus dos compañeros, los primeros en activo del comando Madrid que caen desde hace 14 años. Los servicios de Información lo consideran el "eje" del grupo etarra que ha estado atentando en la capital española desde el final de la tregua, aunque previamente había estado encuadrado en el comando Donosti. Su ficha policial lo describe como un hombre "armado y extremadamente peligroso".

Rubenach se puso en fuga inmediatamente después de que se conociera públicamente la captura de los dos liberados (fichados) que estaban encuadrados en el comando. Su rastro se había difuminado cuando los agentes fueron a buscarlo a los tres pisos que los detenidos confesaron que utilizaban en Madrid.

El ahora huido viene teniendo problemas con la justicia desde el mes de julio de 1989, cuando fue detenido durante unas horas tras la desarticulación del comando Txapupa. Años después, en diciembre de 1994, tuvo que abandonar su casa en la capital navarra a raíz de la desarticulación de otro comando, el Nafarroa, para el que supuestamente había trabajado en tareas de captación.

Los investigadores están persuadidos de que el fugado ha sido uno de los miembros permanentes del comando Madrid, posiblemente desde finales de 1999. Se sabe que desde finales de 1998 y hasta la antedicha fecha había estado encuadrado en el comando Donosti, junto con José Luis Geresta Múgica y Gorka Palacios Alday. Los tres activistas estuvieron residiendo en un piso de Andoain alquilado por Belén Engüés, la detenida ayer, hasta el 14 de marzo de 1999, según afirmó ayer el ministro del Interior, Mariano Rajoy.

La Ertzaintza encontró una huella de Rubenach en el interior del citado piso, pero posteriormente no volvió a encontrarse su pista. Los servicios de información consideran que a principios de 2000, ya con la tregua rota, se hizo con la jefatura del comando Madrid y que desde entonces habría sido la pieza fija, "el eje", de ese grupo en la capital.

La policía está investigando si Rubehach pudo participar en el asesinato del teniente coronel del Ejército Pedro Antonio Blanco García, de 47 años, cometido el 21 de enero de 2000, con un coche bomba en la calle de la Virgen del Puerto. Pero sobre todo la policía está convencida de que fue uno de los autores materiales del brutal atentado perpetrado el 30 de octubre de 2000 en el cruce de la calle de Torrelaguna con la avenida de Badajoz, a tiro de piedra del lugar del atentado de ayer. En ese crimen perecieron el magistrado de la Sala Quinta de lo Militar del Tribunal Supremo José Francisco Querol Lombardero; Jesús Escudero García, el escolta que le acompañaba, y Armando Medina Sánchez, el chófer de su vehículo oficial. Nueve días después, falleció Jesús Sánchez Martínez, conductor de la Empresa Municipal de Transportes que resultó herido de gravedad en el mismo atentado.

El comando Madrid de ETA ha perpetrado durante los últimos 14 años 45 atentados en Madrid que han costado la vida a 40 personas y heridas a otras 300, según la agencia Vasco Press, unas cifras macabras que explican el porqué una banda como ETA tiene el máximo interés en renovarlo continuamente y en mantenerlo activo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de noviembre de 2001