Zancadillas a una ministra diferente
GONZALO ROBLEDO | Tokio
Makiko Tanaka, la primera mujer en llegar a jefa de la diplomacia nipona, ha sido relegada a figura decorativa y vetada para asistir a reuniones internacionales por querer dirigir el Ministerio de Asuntos Exteriores con el método expeditivo de una mama-san, las autoritarias matronas que comandan los diminutos bares que pululan en los barrios nocturnos de Tokio.