La Organización Mundial del Comercio (OMC) acordó ayer el lanzamiento de la octava ronda de liberalización del comercio mundial de la historia. El pacto, que no se logró en Seattle dos años atrás, abre una nueva serie de negociaciones para los próximos años en una amplia gama de temas que afectarán directamente a miles de millones de personas, desde los pequeños agricultores hasta las grandes multinacionales. El consenso entre los 142 miembros de la OMC, reunidos en Qatar, llegó un día después de lo previsto.
El acuerdo se alcanzó con retraso, tras casi cinco días de intensas negociaciones, por la oposición de la Unión Europea (UE) a eliminar las subvenciones a las exportaciones agrícolas y la tenacidad de India, empeñada en conseguir un mayor acceso al mercado textil de Estados Unidos y Canadá. Pero Mike Moore, director general de la OMC, pudo sonreír al fin.
Hace dos años, con cara de agobio y extenuado, Moore anunció en Seattle el fracaso de la que iba a ser la ronda de liberalización comercial del milenio. Entonces hacía sólo unos meses que había llegado a la dirección de la OMC. Ayer, en Duhá, a siete meses de dejar el cargo y con la misma expresión de cansancio, informó del lanzamiento de la primera ronda de liberalización del comercio mundial desde la de Punta del Este (Uruguay), que se prolongó de 1986 a 1994, y la octava en la historia del actual sistema multilateral de comercio que nació con la creación del Acuerdo de Tarifas y Comercio (GATT) en 1947.
La OMC aseguró que esta nueva ronda era la noticia que la economía del mundo necesitaba en un año en que las tres grandes economías del mundo (EE UU, Japón y Alemania) están al borde de la recesión .
Las siete rondas de liberalización lanzadas desde 1947 han sido las responsables, según los expertos, del 50% del desarrollo del mundo en los últimos 50 años. Si la nueva ronda derriba un tercio de las barreras comerciales existentes, el producto interior bruto (PIB) mundial aumentará en 615.000 millones de dólares, lo que equivale a añadir una nueva economía como la canadiense al mundo, según la OMC. Si se derriban todas, los beneficios pueden rondar los 1,9 billones de dólares, los que supone agregar dos Chinas al planeta. Pero la OMC también avisa de que el 70% de todas esas barreras perjudican a los productos manufacturados de los países en vías de desarrollo. Sin embargo, lo único que se llevaron en concreto los países más pobres de Qatar fue el acuerdo sobre patentes medicinales, por el que se les reconoce el derecho a fabricar o importar fármacos a bajo coste para garantizar la salud pública.
El desequilibrio en el comercio mundial estuvo muy presente a lo largo de los casi cinco días de cumbre. Por ello, hasta las cuatro de la tarde de ayer (hora peninsular) y casi 24 horas después de la fecha prevista para cerrar la cumbre, ésta estuvo a punto de fracasar rotundamente. Hubo dos cuestiones críticas que forzaron a las delegaciones a permanecer negociando durante toda la noche del martes y ayer casi toda la jornada. La primera fue la fuerte oposición de la UE a aceptar la eliminación de las subvenciones a la exportación y la otra fue la negativa de India a irse de Qatar sin que EE UU y Canadá se comprometieran a imprimir velocidad a la reducción de sus tarifas a la importación de textiles y que la UE eliminara del texto final la protección de las inversiones y las garantías para la competencia.
Durante la madrugada del miércoles, el comisario de Agricultura europeo, Franz Fischler, logró colar una frase que comprometía a la UE a reducir sustancialmente las subvenciones a la exportación, pero no a suprimirlas. Francia, el miembro de los Quince que más presionó para que se borrara la palabra eliminación, estuvo de acuerdo con la nueva interpretación.
La UE consideró el acuerdo un éxito para sus intereses y el Mercosur, también. Estos últimos dicen que por más vueltas que le haya dado Fischler al texto, la UE tendrá que eliminar finalmente esas ayudas a las exportaciones y reducir drásticamente las subvenciones agrícolas. "La cumbre de Duhá ha significado el principio del fin de las ayudas europeas a la agricultura", indicó Fernando Moraleda, secretario general de la UPA.
Cuando, a primera hora de ayer, el tema agrícola estaba cerrado y todo parecía encaminado hacia un final cercano y positivo, India, completamente sola, endureció su posición en el tema textil y el apartado sobre competencia e inversiones introducido a petición de la UE en el texto final. Pero el tema textil siempre estuvo estancado y como estaba se cerró. India finalmente cedió y acordó el lanzamiento de la nueva ronda.
El ministro de Economía, Rodrigo Rato, dijo que el acuerdo de la cumbre de Qatar beneficia a los intereses españoles.
Resistencia 'antidumping'
Agricultura, fármacos e industria textil centraron los debates en Qatar, pero también se discutieron otros temas: - Competencia desleal. Japón, la UE y varios países suramericanos llegaron a Qatar con la consigna de acabar con el uso de medidas contra la competencia desleal (antidumping) por parte de algunos países, y en especial de EE UU, para disfrazar medidas proteccionistas. EE UU ha aceptado que se clarifique el uso de estas medidas, pero no ha accedido a que sean revisadas. - Productos manufactureros. Reducir, y hasta eliminar, los picos arancelarios, es decir, las tasas que imponen Japón, la UE y EE UU a la importación de productos de los países menos desarrollados. - Competencia e inversiones. Las discusiones sobre la relación entre el desarrollo y las políticas de competencia se han dejado aparcadas de momento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de noviembre de 2001