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El BCE augura que la economía se recuperará el próximo año

El Fondo Monetario Internacional presentó ayer un nuevo panorama de la evolución de la economía mundial con una rebaja del crecimiento para este año y el próximo. En ambos años crecerá el 2,4%, dos décimas menos que la última previsión para este año y 1,1 puntos menos para 2002. Las nuevas expectativas recogen el impacto de los atentados del 11 de septiembre y suponen un severo correctivo para las principales potencias, sobre todo para Japón que tendrá dos años seguidos de caída. También recomienda el FMI medidas para Argentina, donde los inversores siguen sin confiar en el plan del Gobierno a pesar de que varias provincias han firmado el acuerdo. La prima de riesgo-país subió ayer a más de 2.700 puntos.

Una semana después de haber bajado su tipo director del 3,75% al 3,25%, el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo ayer todas las puertas abiertas para nuevos movimientos, que, sin embargo, difícilmente llegarán este año. En su informe mensual, publicado ayer, la autoridad monetaria subraya la rápida caída de los precios y constata el 'elevado grado de incertidumbre' reinante en la economía, pero al mismo tiempo pronostica una mejora 'en el curso de 2002', lo que hace innecesarios 'ajustes prolongados'.

Debido a la desaceleración económica a todo lo largo y ancho de la zona euro, en las últimas semanas han aparecido 'señales claras de una atenuación adicional de las presiones inflacionistas', según el BCE, cuyo principal objetivo es, precisamente, mantener la estabilidad de precios.

Este favorable panorama de inflación sólo se ve oscurecido por el continuado incremento de la masa monetaria M3, que muchos economistas (no todos) consideran el mejor indicador del futuro comportamiento de los precios. Sin embargo, al igual que en otras ocasiones, el BCE argumenta que esta aceleración (un fuerte 6,9% interanual entre julio y septiembre, muy lejos del 4,5% deseado) en buena parte se explica con que los inversores, en estos tiempos de crisis, han sacado su dinero de la Bolsa para invertirlo en los mercados de divisas.

Pese al 'debilitamiento de la demanda tanto interna como externa', 'cierto retraso de la inversión', y la difícil situación que en el 'actual contexto' atraviesa el consumo privado, el BCE confía en que 'el crecimiento económico tome una trayectoria más satisfactoria' en 2002.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de noviembre de 2001