Ni el Barça ni Carles Rexach podían sellar de mejor manera la visita a Liverpool. Nunca había ganado en el legendario Anfield Road el equipo azulgrana. Al fin lo consiguió. Y Rexach se quitó la espina en un terreno en el que tenían cuentas pendientes tanto él como el equipo. Pero el técnico prefirió hablar sobre lo que ahora priva, la tutela de un equipo que necesitaba como el agua de mayo un triunfo frente a un equipo de entidad después de las dudas que habían provocado tras sus derrotas en Riazor y en el Bernabéu. "Es una victoria importante contra un equipo importante y en un marco especial", convino el técnico azulgrana. "Ya habíamos jugado a un gran nivel, pero quizá durante media hora o medio tiempo. Hoy lo hemos hecho los 90 minutos. Esta victoria servirá para que en Europa nos tengan más respeto".
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Rexach dio su versión sobre lo sucedido sobre el terreno de juego. "Sabíamos que el Liverpool es un equipo muy agresivo. La única solución era lograr una circulación de la pelota muy rápida, y a medida que ha pasado el tiempo ellos han acusado el cansancio y nosotros hemos jugado más libres".
Tanto Rexach como los jugadores del Barcelona se congratularon por el empate entre el Galatasaray y el Roma. Rexach expuso que su equipo contó ayer con la pizca de suerte necesaria para ganar en un campo tan difícil como Anfield Road. "Cuando mejor jugábamos nos han metido el gol. Pero con el 1-1 ellos han estado a punto de marcar en una acción de Owen. Nos ha venido todo un poco de cara, pero hemos tenido la suerte de que el equipo que ha tenido que hacer el desgaste han sido ellos y no han podido poner en práctica el contraataque".
El técnico agradeció el comportamiento del público inglés, que acabó ovacionando al Barça, y volvió a referirse al triunfo: "Nos hacía falta jugar un gran partido".
Rexach se reencontró ayer en los banquillos de Anfield con Phil Thompson, con el que hace 25 años (temporada 1975-1976) protagonizó como jugador las semifinales de la Copa de la UEFA. En aquella ocasión el partido acabó en empate a uno, resultado que clasificó a los reds por su victoria en el Camp Nou (0-1, gol de John Toshack), y los goles fueron marcados precisamente por el central Thompson y el extremo Rexach. Charly fue el mejor de un equipo liderado por Cruyff, que acababa de forzar la destitución de Weisweiler, un síntoma de lo mal que iban las cosas en el Camp Nou.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de noviembre de 2001