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Vallejo: "Es una pesadilla, pero aún estoy vivo"

Tuvo ganas de darse cabezazos contra los muros del Kremlin, pero se rehizo. Francisco Vallejo habló de madrugada con EL PAÍS desde su habitación, dispuesto a eliminar hoy al ucranio Stanislav Savchenko tras perder ayer por tiempo en una posición con tres peones de ventaja: "Las grandes estrellas se distinguen porque ganan cuando no hay más remedio que hacerlo, y yo quiero ser una de ellas".

El menorquín, campeón del mundo sub 18 el año pasado, conversó recientemente con Javier Ochoa de Echagüen, presidente de la Federación Española, sobre las pesadillas de un ajedrecista. "Llegamos a la conclusión de que la peor es dar el mate de alfil y caballo [uno de los más dífíciles] con sólo unos segundos en el reloj. Ahora creo que la peor es la de hoy [por ayer]. No me había pasado algo parecido desde que era un niño", recordó.

Fue una acumulación de infortunios: "Kornéiev [su entrenador] leyó el reglamento del Mundial hace unos días en las páginas de la FIDE en Internet, donde sigue figurando el ritmo de juego que han cambiado a última hora. Es cierto que los árbitros nos dieron el lunes un documento donde se explica el cambio, pero yo nunca leo esos papeles porque no suelen contener nada relevante. La FIDE nos está volviendo locos con tantas modificaciones de normas".

Superado el primer bajón, la terapia psicológica había surtido efecto: "Recuerdo cómo Kaspárov y Kárpov se ganaban partidas mutuamente un día después de haber perdido. Si quiero estar entre los mejores del mundo, tengo que superar estos momentos tan difíciles. De hecho, hace mucho tiempo que las cosas me salen bien, sin sufrir. Así que este reto tiene algo de divertido".

El principal problema hoy para Vallejo será lograr el equilibrio entre riesgo y serenidad: "Exacto. La prudencia no tiene sentido, pero tampoco debo perder la cabeza. Yo me siento muy fuerte, y hoy he jugado bien. Además, Savchenko es consciente de que le he superado de principio a fin. Si le gano la segunda partida, afrontaré las rápidas del desempate como si no hubiera pasado nada, con el marcador a cero". Y concluyó: "Shírov me ha animado mucho al recordarme que él remontó situaciones similares en el Mundial del año pasado. Ahora, lo primero que debo hacer es dormir a pierna suelta, aunque no será fácil".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de noviembre de 2001