La alarma del dopaje vuelve a sonar para el jugador español Pep Guardiola, hoy centrocampista del Brescia italiano. El Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) notificó ayer que también el segundo análisis de orina practicado al futbolista tras el partido Lazio-Brescia jugado el 4 de noviembre, excede los límites de nandrolona aceptados por la legislación deportiva italiana. Apenas cinco días después del primer positivo, el del análisis que siguió al partido Piacenza-Brescia del 21 de octubre, Guardiola se enfrenta a la confirmación de que algo no va bien en su dieta, al menos de acuerdo con los parámetros italianos. El jugador, en declaraciones al programa El Larguero, de la Cadena SER, mostró su pesar por lo que está ocurriendo: "No hay nadie que desee jugar al fútbol más que yo. Pero más importante que jugar o no un Mundial es demostrar mi inocencia".
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El resultado del análisis señala "la presencia de metabolitos de nandrolona (norandrosterone y noretiocolanolone), superiores a los 2 nanogramos", límite máximo autorizado en Italia desde junio pasado. Corione, presidente del Brescia, reconoció que, al contrario que en el caso del primer análisis, en esta ocasión, "no nos ha sorprendido el resultado, nos lo esperábamos". El Brescia esperará, dijo, a "que se efectúen los contraanálisis y que lleguen los resultados de los análisis de los productos que nuestro jugador ha tomado fiándose, igual que nosotros, de la certificación de conformidad con las normas que llevaban", dijo Corione. Guardiola toma desde hace años los compuestos vitamínicos especiales que le prepara el doctor Ramón Segura, catedrático de Fisiología de la Universidad de Barcelona.
El jugador ha subrayado su "total confianza" en Segura, y se ha mostrado, en cambio, poco convencido de la fiabilidad de la famosa máquina que analiza la orina de los jugadores en cada uno de estos controles, porque, después de haber pasado más de treinta controles en sus largos años de carrera en el Barcelona y en la selección española, nunca ha tenido el menor contratiempo. El club, en cambio, adoptó ayer una línea mucho menos radical, lo que anticipa una estrategia defensiva que tenderá a aminorar la sanción a la que se enfrenta Guardiola, que podría llegar a los dos años. El presidente de Brescia baraja dos hipótesis para explicar los extraños resultados de los dos análisis. "O nuestros controles son mucho más severos que los que se hacen en el resto de Europa, lo que honraría a Italia, o los compuestos tomados por Guardiola procedían de alguna partida estropeada".
La única certeza que Corione dice tener, es la de "la absoluta buena fe del jugador, que no ha llegado a Italia necesitado de construirse una historia en el fútbol. ¿Qué necesidad tendría de venir al Brescia para empezar a hacer mal las cosas?". Sea como fuere, el caso es que el fiscal de Turín ya ha pedido al CONI el expediente de Guardiola.La prensa deportiva italiana ha tratado con severidad a Guardiola, suspendido por el comité disciplinario del Comité Olímpico el pasado jueves, como medida cautelar. Los comentaristas más conocidos dudan de la inocencia del jugador y alardean de la reconquistada limpieza del calcio. Guardiola está poniendo en marcha su defensa con ayuda del abogado que defendió al jugador del Barça, Frank De Boer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de noviembre de 2001