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GUERRA CONTRA EL TERRORISMO

Los grupos afganos pactan un Gobierno y un parlamento

La Alianza del Norte acepta el despliegue de una fuerza multinacional de paz en Afganistán

Las cuatro facciones presentes en la conferencia interafgana de Bonn perfilaban anoche los detalles de un acuerdo sobre la formación del Gobierno provisional multiétnico que asumirá el poder tras la caída de los talibanes. En un indicio claro de que la negociación sobre el futuro político de Afganistán va por buen camino, la Alianza del Norte abandonó sus reticencias a que una fuerza multinacional de paz garantice la seguridad durante la transición. "Las posiciones se han aproximado bastante", declaró el portavoz de la ONU en las conversaciones, Ahmad Fawzi.

"Se están afinando las posturas, pero todavía no hemos llegado al final", puntualizó Fawzi. Naciones Unidas, organizadora de la conferencia, confía en que las delegaciones afganas lleguen a un acuerdo definitivo antes de que concluya el fin de semana. Fawzi explicó que las partes han hecho importantes progresos en los últimos tres días y que ayer estaban metidas de lleno en la formación de los dos órganos que dirigirán la transición: un Gobierno provisional, que tendrá entre 15 y 25 miembros, y un Consejo Supremo, que ejercerá las funciones de un Parlamento, integrado por entre 120 y 200 personalidades. Una comisión especial con representación de las cuatro facciones negociaba anoche las listas en el lujoso hotel-residencia de Petesberg, escenario de las conversaciones. Una vez instalado el Gobierno provisional en Kabul, según el plan de la ONU, en un plazo de seis meses deberá convocarse una Loya Jirga (asamblea tradicional afgana) para refrendar el proceso, y dos años después se celebrarán elecciones libres.

Fazwi advirtió a los delegados afganos que nunca volverán a tener una oportunidad como ésta para reconstruir su país. "Afganistán jamás ha recibido, ni jamás recibirá, tanta atención de todo el mundo. Sería un error no aprovechar esta ocasión, y cualquier error, por pequeño que sea, podría precipitar a Afganistán de nuevo al abismo", afirmó. El portavoz de la ONU dijo que la decisión que salga de Bonn debe ser adoptada unánimemente por todas las partes y que la reunión no debería prolongarse más allá de mañana, sábado. "De aquí debe salir la formación de un Gobierno provisional. Si quieren que su primera sesión se celebre en Kabul, ésa es otra cuestión".

La Alianza del Norte, una coalición de tayikos, uzbekos y hazaras que domina gran parte del país, incluida Kabul, anunció otro avance fundamental en las negociaciones. Su ministro del Interior y jefe de la delegación presente en Bonn, Yunus Qanuni, afirmó que había sido mal interpretado la víspera, cuando en tres ocasiones se mostró contrario al despliegue de tropas extranjeras en el país. "Quiero aclarar el malentendido de ayer", afirmó en una comparecencia ante los periodistas. "Si la transición se pone en marcha y es necesaria una fuerza internacional de paz, no nos opondremos", dijo. Preguntado por el posible origen de las tropas multinacionales, Qanuni sostuvo que los afganos preferirían soldados procedentes de países islámicos. "Ha habido progresos en nuestras conversaciones. Hoy soy más optimista que ayer sobre la posibilidad de encontrar una solución pacífica", dijo.

La ONU considera esencial el despliegue de una fuerza multinacional de paz en Afganistán para facilitar las labores de reconstrucción del país y la distribución de ayuda humanitaria. Las otras tres delegaciones afganas presentes en Bonn (el Grupo de Roma, la Asamblea de Peshawar y el Grupo de Chipre), que apenas cuentan con fuerzas sobre el terreno, están de acuerdo. "La cuestión de la seguridad es esencial. Es imposible que un Gobierno funcione en un ambiente de caos y anarquía, con fusiles por todos lados", afirmó Fazwi.

Según una fuente del Gobierno estadounidense, la Alianza del Norte ha hecho concesiones sobre el despliegue de tropas internacionales a cambio de una mayor presencia en el Ejecutivo provisional y el Consejo Supremo. El Grupo de Peshawar, apoyado por Pakistán, considera imprescindible que soldados extranjeros garanticen la seguridad.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001