La Intifada se cobró ayer el muerto número 1.000: Rochad Mohana, un palestino de 45 años que fue tiroteado por un soldado israelí cuando intentaba abandonar una larga cola de coches en un control militar cerca de Nablus, al norte de Cisjordania. En el tiroteo también falleció su acompañante y resultó herido el conductor de un segundo vehículo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001