El Gobierno vasco ha variado su estrategia negociadora ante la nueva financiación del Concierto Económico al colocar ahora el acento sobre las diferencias en torno al Cupo -dinero que devuelve Euskadi a Hacienda en concepto de servicios no trasferidos-, cuyo acuerdo es más sencillo que el de la participación en las instituciones europeas, donde encalló la negociación hace 10 días. Ibarretxe cifró ayer en 40.000 millones la discrepancia con Hacienda en el cálculo del Cupo y dijo que no los pagará.
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Junto a este cambio de estrategia del Gobierno vasco, el Ministerio de Hacienda anunciaba ayer que el miércoles retomarán las conversaciones el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, y la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, suspendidas hace diez días ante las discrepancias sobre la participación del Ejecutivo vasco en el Consejo de Ministros de la Unión Europea. Montoro ha fijado de plazo hasta el día 20 para lograr un acuerdo que permita renovar el Concierto Económico sin acudir a la ley de prórroga. El lehendakari no precisó ayer las posibilidades de que el Concierto se firme sin dejar resuelta dicha cuestión.
En una comparecencia improvisada, Ibarretxe siguió defendiendo esa presencia, diferenciada del resto de las comunidades autónomas, dado que sólo el País Vasco y Navarra disfrutan de competencias fiscales plenas en virtud de sus conciertos económicos.
El lehendakari centró ayer sus reclamaciones en el cálculo del Cupo. Recordó que los Presupuestos Generales del Estado consignan un cupo líquido de 190.000 millones de pesetas y dijo que esa cantidad supera en términos de 'neutralidad financiera' en 40.000 millones la cifra que su Gobierno calcula que debería pagar: 150.000 millones, según cifra facilitada por él mismo. 'No vamos a abonar de ninguna manera 40.000 millones de pesetas más de lo que debemos', dijo. Ibarretxe aseguró que la relación del Gobierno vasco con los contribuyentes, tanto particulares como empresas, seguirá su curso con normalidad, independientemente de que haya acuerdo o no en el Concierto.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, calificó de 'inexactas' las cifras ofrecidas por Ibarretxe y afirmó desconocer de dónde salían. Según Hacienda, el Cupo previsto para 2002 es de 191.000 millones: 173.000 millones, coincidentes con el del año anterior, y 18.000 millones, procedentes de ajustes de la liquidación del Cupo.
Asimismo, el ministerio aseguró, en contraste con la versión del Gobierno vasco, que cuando se suspendieron las conversaciones hace diez días, las diferencias eran de sólo 7.000 millones. El Gobierno central proponía 188.000 millones y el Ejecutivo vasco, 181.000 millones. 'Pese a las diferencias, el hecho de que el debate se centre ahora en las cifras de Cupo abriga esperanzas de un acuerdo que es muy difícil si se centra en la participación europea', señalan fuentes gubernamentales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de diciembre de 2001