Dos niños palestinos murieron ayer calcinados por misiles que dispararon helicópteros israelíes contra un dirigente de Yihad Islámica en Hebrón, quien sólo sufrió heridas leves. El Gobierno israelí rechazó así la tregua de una semana propuesta por cuatro grupos radicales palestinos. La oferta fue calificada de "poco seria" por el Ministerio de Defensa. De madrugada, los helicópteros atacaron sedes de la policía palestina en Beit Jala, en la franja de Gaza.
Burhan al Himuni, de tres años, y Shadi Arafa, de 13, murieron ayer al estallarles al lado un misil israelí cuando estaban en un coche junto con sus padres en una céntrica calle de Hebrón. Los proyectiles causaron otros cinco heridos y daños considerables en diversos vehículos, aunque no alcanzaron su objetivo, un responsable de Yihad Islámica que viajaba en otro coche por las cercanías.
"El cuerpo de uno de los niños estaba totalmente calcinado y su cabeza había explotado", aseguró ayer un responsable de la Media Luna Roja de Hebrón, al tiempo que recalcaba que los cuatro helicópteros de combate, apoyados por un avión de reconocimiento, habían sobrevolado durante una hora la ciudad intentando identificar el blanco.
La muerte de los dos niños ocurre dos semanas después de que el Ejército israelí colocara una mina antitanque en Gaza, en un paraje habitualmente utilizado por francotiradores palestinos, causando por error la muerte de cinco escolares cuando iban a la escuela. A este incidente se sumó el bombardeo, también por error, de una escuela en el barrio del Jeque Raduan, en la capital de Gaza, donde 60 niños resultaron heridos.
Con el ataque de ayer, el Ejército mostraba su rechazo a la propuesta de tregua que la noche anterior hicieron en Gaza cuatro formaciones radicales, vinculadas a Hamás, Yihad Islámica y al movimiento político gubernamental Al Fatah. Estos grupos proponían el cese de ataques y atentados suicidas durante esta semana, pidiendo como contrapartida la suspensión de acciones bélicas y asesinatos selectivos de los líderes de la Intifada por parte de Israel.
"Este anuncio de tregua no es serio", dijo ayer un portavoz del Ministerio de Defensa, quien exigió a la Autoridad Palestina "parar las acciones terroristas y detener a los autores de los atentados".
El incidente de Hebrón provocó ayer el enojo de la misión estadounidense, que, presidida por el general Anthony Zinni, trata desde hace dos semanas de implantar un alto el fuego en la zona. El mediador norteamericano se reunió ayer por separado con el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y con el presidente palestino, Yasir Arafat, a los que comunicó su decisión de abandonar la misión y volver a EE UU si en 48 horas los contendientes no dan pasos positivos a favor de la paz. Tanto Sharon como Arafat pidieron a Zinni que continuara su misión. Anoche, en un último esfuerzo, el emisario tenía previsto entrevistarse con el ministro de Defensa israelí, Benjamín Eliezer. Por su parte, Washington negó que Zinni recurriese al ultimátum para presionar.
La misión de Zinni será reforzada con la llegada a la zona de Javier Solana, coordinador de la diplomacia y seguridad de la UE.
[El Consejo de ministros de la Organización de la Conferencia Islámica, reunido en Qatar a petición de Arafat, emitió ayer un duro comunicado en el que exige a la ONU que ponga fin al "sistemático asalto" israelí a los territorios autónomos y envíe una fuerza militar de observación a la zona, informa Efe].
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de diciembre de 2001