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TEMPORAL DE FRÍO SIBERIANO

Endesa dejó el viernes sin luz a un millón de ciudadanos en toda Cataluña

Jordi Pujol anuncia sanciones y exige a la compañía que asuma sus responsabilidades

Un millón de ciudadanos en toda Cataluña se quedaron a oscuras a causa del apagón del pasado viernes, que ayer a última hora seguía afectando a unos 16.000 usuarios. El Ejército movilizó medios de tierra y aire para trasladar a los 1.500 empleados de averías desplegados por las zonas más castigadas por el temporal de nieve y frío que asola Cataluña. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, anunció sanciones y afirmó que Endesa deberá "asumir sus responsabilidades". El alcalde de Barcelona, Joan Clos, reclamó a Endesa que invierta 30.000 millones en los tendidos urbanos.

Joan Clos reclama a Endesa que invierta 30.000 millones en sus líneas de Barcelona

La compañía eléctrica es la responsable de la totalidad de la producción -8.000 megavatios en las centrales catalanas- y de casi el cien por cien de las redes de suministro eléctrico en la comunidad autónoma. "Si en un momento determinado hay un incidente como el del viernes pasado, Endesa debe asumir las consecuencias", dijo Pujol.

La Generalitat no descarta sancionar a la empresa, pero primero esperará a conocer la causa de la avería y no se puede actuar de una manera arbitraria. "Lo malo es que los decretos sobre calidad del servicio no entran en vigor hasta el 1 de enero y por eso no los podremos aplicar y es una lástima, porque realmente valdría la pena tenerlos vigentes", afirmó Pujol.

A última hora de ayer, Endesa había logrado reducir a un total de 16.000 los usuarios sin servicio en Cataluña, es decir algo más de la mitad de los 30.000 abonados que no tenían luz por la mañana en las zonas del Vallés Oriental y Occidental, Anoia, Osona, Baix Llobregat y Alt Penedés. En las zonas de Manresa e Igualada (ambas en la provincia de Barcelona), unos 5.000 abonados estaban sin luz anoche. El apagón persistía también en algunos lugares del Baix Llobregat (3.000 clientes), Barcelona y L'Hospitalet (1.500 clientes), Lleida (1.500 clientes), Tarragona (400 clientes) y Girona (50 clientes).

La red mallada

La avería eléctrica se produjo en el parque de Can Jardí, en Rubí (Barcelona), "al caer al suelo un cable pararayos, situado sobre un tendido de alta tensión de 220.000 kilovatios", según Josep Ballart, ingeniero responsable de Endesa. La compañía, que ha abierto una investigación interna para esclarecer los hechos,desconocía ayer las causas del desprendimiento del cable, que en cualquier caso "no entraña peligro, puesto que se trata de una protección que desvía el campo eléctrico de los rayos a través de una toma de tierra", explicó Ballart.

Durante todo el día de ayer, el centro de control del mapa eléctrico catalán, situado en la central de Mata, sede de la compañía en Barcelona, permitió a los técnicos seguir en tiempo real la vuelta escalonada al servicio de las 40 subestaciones que se desconectaron automáticamente tras la avería de Rubí. La red mallada de Endesa en Cataluña permite aislar en un primer momento la avería y devolver posteriomente el flujo eléctrico a la zona afectada, tal como pudo observarse, durante la noche del viernes y la mañana de ayer, en el centro de control de Endesa.

El alcalde de Barcelona, Joan Clos exigió a Endesa que invierta 30.000 millones de pesetas en reforzar la red de subestaciones de Barcelona y calificó de "inaceptable" el caos provocado por el apagón, que sufrió la ciudad en medio de una ola de frío y nieve. El alcalde recordó que los 30.000 millones reclamados son el resultado de los cálculos efectuados hace un año; desde entonces, el consumo ha crecido, aunque la red es "la misma que teníamos hace veinte años y lógicamente ha quedado obsoleta para la demanda actual", dijo Clos.

Mientras Endesa aseguraba ayer que, en la ciudad de Barcelona, el apagón, iniciado a las siete de la tarde del viernes, había durado cerca de dos horas, el alcalde afirmó que la falta de fluido eléctrico duró tres horas. El municipio y Endesa también discrepan respecto al número de afectados. Mientras el Ayuntamiento habla de cerca de 600.000 abonados afectados, los portavoces de Endesa afirmaron que, durante la tarde del viernes, el apagón afectó en Barcelona sólo a 200.000 clientes. A criterio de Clos, "si Endesa contase con más subestaciones en la ciudad el tiempo de respuesta hubiese sido menor, ya que tres horas es mucho para una ciudad con la complejidad de la nuestra". A última hora de ayer, todavía unos 300 abonados de Barcelona tenían problemas de intermitencia en la luz a causa de las caídas de tensión.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de diciembre de 2001