El comportamiento de la inversión explica buena parte de la desaceleración económica del tercer trimestre, ya que su ritmo de crecimiento cayó casi un punto, hasta el 2%. El empleo también se ha resentido, con una pérdida de dos décimas, hasta el 2,3%, el ritmo más bajo desde diciembre de 1996. En el tercer trimestre se han creado 341.000 puestos de trabajo, frente a los 389.000 del periodo anterior.
El deterioro que reflejan estos datos apenas recoge los efectos de los atentados del 11 de septiembre y el agravamiento de las expectativas. La crisis venía de antes, y así lo demuestran los malos resultados del sector exterior, el otro factor que explica la pérdida de impulso de la economía española en el tercer trimestre.
La aportación del sector exterior ha sido de dos décimas negativas, una más que en el periodo anterior, como resultado de la intensa desaceleración de las exportaciones (hasta el 2,2%) y una caída, aunque algo menor, de las importaciones (hasta el 2,6%).
El vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, afirmó ayer que la reducción del coste de la deuda pública, por el control presupuestario de los últimos años, ahorrará a la economía más de 200.000 millones en 2001 por rebajas en los tipos de interés.
Rato explicó, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, que la emisión de deuda se ha reducido desde los 4,4 puntos del PIB en 1996 hasta los 2,5 puntos previstos para 2002. Además, señaló que el ratio de deuda del Estado en relación con el PIB bajará hasta el 47% en 2005.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de diciembre de 2001