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Crónica:FÚTBOL | 18ª jornada de Primera División

El Valencia halla un modo de atacar y vence al Málaga en Mestalla

Con el agua al cuello y atizado por todos lados, Benítez perdió la semana pasada en Montjuïc el miedo a perder y el Valencia comenzó a pensar seriamente en ganar. El equipo ha experimentado una liberación. Puede que sea más vulnerable en defensa, pero es desde luego más atractivo en ataque, con mucha más gente por delante del balón. Como consecuencia, el Valencia ha multiplicado su posesión del balón y el público lo agradece, claro. Ha encontrado, por fin, un esquema para atacar: un delantero rompedor -Salva-, un media punta con gol -Mista- y un delantero jugón -Ilie-, si bien el rumano estuvo ayer desaparecido. El Málaga, por su parte, fue fiel a sus ideas: jugó con alegría y determinación a pesar de haber estado mucho tiempo con un jugador menos.

VALENCIA 2 | MÁLAGA 1

Valencia: Cañizares; Torres, Djukic, Ayala, Fabio Aurelio (Carboni, m. 80); Rufete, Albelda, Vicente; Mista; Ilie (Aimar, m. 66) y Salva (Baraja, m. 85).

Málaga: Contreras; Josemi, Litos, Fernando Sanz, Roteta; Gerardo, Romero, Sandro (Zárate, m. 65), Musampa; Darío Silva y Dely Valdés (Canabal, m. 78).

Goles: 0-1. M. 14. Darío Silva tras un fallo de Cañizares. 1-1. M. 24. Vicente lanza una falta, el balón golpea en Roteta y entra. 2-1. M. 30. Mista, tras driblar a Contreras.

Árbitro: Daudén Ibáñez. Expulsó a Musampa (m. 60) con roja directa por protestar. Amonestó a Salva, Sandro, Romero, Ayala, Darío Silva, Contreras y Albelda.

Unos 30.000 espectadores en Mestalla.

Defensa contundente y excesivo, Ayala se dedica últimamente a pavonearse de su superoridad física sobre los delanteros, con muy malas consecuencias. Sus errores, en forma de faltas innecesarias, le cuestan disgustos al Valencia. Ayer repitió la jugada: a la espera de un globo que caía del cielo, el defensa argentino empujó con el cuerpo a Darío Silva cuando el uruguayo no podía llegar nunca al balón. De la falta innecesaria al borde del área nació el gol malacitano. Tras el lanzamiento de Gerardo, Cañizares falló en el bloqueo del cuero y Darío Silva pescó el primer tanto de la noche. Gerardo, por cierto, anduvo brillante en su vuelta a Mestalla y uno de sus disparos sacó astillas del larguero.

El partido se puso muy crudo para el Valencia, pero Vicente se empeñó en retorcerlo a su favor. Lo hizo con una falta envenenada que Roteta desvió a gol. Después Vicente buscó la complicidad de otro zurdo, Mista, y percutieron por ese costado. Futbolista de anchas caderas este Mista, pero de mirada afilada, siempre pendiente del gol. Benítez, que lo conoce bien, lo ubica de media punta, y sí, llegando desde atrás, es peligroso. Agresivo y vertical, con el gol entre ceja y ceja, cualidad estimadísima en este conjunto tan seco hasta la fecha.

El Málaga jugó bien en Mestalla y eso hay que agradecérselo a Peiró, que elige jugadores de buen gusto. Darío Silva, por ejemplo. De su duelo con Ayala y con Djukic, el uruguayo sacó tajada muy a menudo, tarea muy meritoria ante tan experimentada pareja.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de diciembre de 2001