Las medidas que ha aprobado el Parlamento marcan un profundo cambio en la política económica argentina, y muchas de ellas serán muy difíciles de digerir por el sector más pobre de la población, que ya arrastra años de recesión. En síntesis, las iniciativas más importantes que llevará a cabo el nuevo Gobierno, dirigido por Eduardo Duhalde, son las siguientes:
- Poderes especiales. La ley concede al Gobierno, hasta finales de 2003, la posibilidad de modificar en cualquier momento una nueva política económica, financiera y social sin pasar por el Congreso.
- Tipo de cambio. El Ejecutivo puede establecer cuando quiera la relación que elija entre el peso y las monedas extranjeras. Puede fijar ese cambio o dejarlo flotar. De momento, el dólar valdrá 1,40 pesos.
- Hipotecas. Uno de los mayores problemas para los argentinos es que casi todos tienen sus créditos hipotecarios en dólares. La solución será la de transformarlos automáticamente en pesos si son inferiores a 100.000 dólares. El cambio se hará uno a uno. Así, pierden los bancos.
- Contratos. Los contratos y alquileres seguirán el mismo proceso que las hipotecas, que beneficia al consumidor, pero después de seis meses podrán ser renegociados, con la consiguiente subida de precios, especialmente en los alquileres.
- Nuevo impuesto. Se crea una nueva tasa sobre las exportaciones de petróleo. Con ese dinero se compensará a los bancos lo que pierden con las hipotecas.
- Precios públicos. Los servicios públicos mantienen sus tarifas y pasan de dólares a pesos sin aumento.
- Despidos. Quedan prohibidos durante los próximos 90 días los que sean sin causa justificada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de enero de 2002