Jordi Pujol rechazó ayer sin contemplaciones la nueva oferta a CiU para que entre a formar parte del Gobierno central, reiterada la noche anterior por José María Aznar en TVE y que le avanzó el 25 de octubre en una reunión secreta en La Moncloa. Pujol y los dirigentes de CiU consideran que esa hipótesis no se puede plantear ahora por la falta de sensibilidad autonómica de Aznar y porque no aceptan su tesis de que el Estado de las autonomías ya está cerrado. El portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, reiteró la oferta y alabó a Pujol como "artífice" del actual modelo de Estado.
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Convergència i Unió acogió ayer con indignación que Aznar divulgara que ha vuelto a ofrecerles la posibilidad de entrar en el Gobierno. Los principales dirigentes de la coalición, con Jordi Pujol al frente, salieron en tromba para subrayar que la actual política autonómica del PP hace inviable esta posibilidad, recibida como un abrazo del oso.
En los 27 años de historia de Convergència, Pujol ha cortado siempre de raíz cualquier intento en su partido de escuchar esas llamadas del Gobierno central y seguir la estela de la Lliga, la formación hegemónica del catalanismo del primer tercio de siglo pasado que sí las aceptó. En declaraciones a TV-3, Pujol minimizó la propuesta de Aznar -dijo que les habían sugerido entrar en el Gobierno "un montón de veces" tanto el PP como el PSOE y UCD- y la descartó de plano: "Un ministro de CiU no podría hablar del gobierno de la nación, porque su nación es Cataluña".
CiU ha recibido como un torpedo la difusión de esa propuesta de Aznar en un momento en que había decidido iniciar un distanciamiento del PP para afrontar con más garantías las próximas elecciones autonómicas, previstas para 2003. El primer secretario de los socialistas catalanes, José Montilla, subrayó ayer así que entre ambas formaciones existe un "pacto" con independencia de las nuevas estrategias insinuadas por CiU.
Pujol confirmó que el 25 de octubre se entrevistó con Aznar en La Moncloa, y que ambos tienen previsto volverse a reunir en breve, previsiblemente a finales de febrero. El ministro portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, precisó que no existe fecha programada para esa nueva cita.
En ese encuentro, el presidente de la Generalitat entregará a Aznar un documento con un listado de reivindicaciones autonómicas que ya le ha adelantado por carta, informa Efe, aunque la cúpula nacionalista lleva meses preparando a sus bases para que acepten que en esta legislatura serán mínimos los avances autonómicos.
"Al Gobierno del PP y de Aznar le vemos unas tendencias que nos preocupan: una serie de propuestas de nuevas leyes que si tiran adelante pueden representar un retroceso de la autonomía", explicó Pujol para justificar su negativa. "Hoy por hoy no nos podemos encontrar cómodos dentro del Gobierno español, y eso se lo he dicho al señor Aznar", agregó. Y luego recalcó que una condición previa para formar parte de un Ejecutivo del PP sería acometer una reforma del Estado que respete la "plurinacionalidad".
Todos los dirigentes de CiU mostraron su rechazo a esta posibilidad. Xavier Trias, adscrito al sector moderado, la consideró un "suicidio". El consejero jefe y futuro candidato de CiU a presidir la Generalitat, Artur Mas, explicó a Onda Cero: "No tiene ningún sentido porque las divergencias con el PP son cada vez más importantes". Aunque se mostró cauto con vistas al futuro: "Nunca se puede decir de esta agua no beberé". El secretario general de la coalición, el democristiano Josep Antoni Duran, tradicionalmente proclive a considerar esas alianzas, la descalificó ahora por estar hecha "de cara a la galería".
El portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, reiteró tras el Consejo de Ministros la oferta de Aznar y la adjetivó como "firme, formal, seria, continua y constante". Cabanillas subrayó su importancia por disponer ahora el PP de mayoría absoluta en Madrid y no disfrutarla CiU en Cataluña. Y consideró una "contradicción" que Pujol hable muchas veces del mayor nivel de autogobierno alcanzado ahora por Cataluña con sus críticas a la falta de sensibilidad autonómica del PP. El ministro alabó el papel de "actor y artífice principal" de Pujol en la consecución del actual modelo de Estado y le emplazó a superar juntos en una "iniciativa histórica" la etapa de la reivindicación permanente de las autonomías.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de enero de 2002