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CRISIS EN ARGENTINA

El Gobierno argentino prepara 'correcciones' para flexibilizar la retirada de depósitos

Buenos Aires
El Fondo Monetario Internacional anunció ayer que posterga de manera indefinida cualquier negociación sobre las ayudas financieras a Argentina, una medida que puede empeorar las circunstancias económicas y sociales en este país. La número dos del organismo, Anne Krueger, señaló que no se reanudarán las negociaciones hasta que no exista un plan económico 'coherente' del Gobierno argentino. Mientras, el Ejecutivo, presionado constantemente con las protestas populares, anunció ayer correcciones en las medidas del Banco Central para 'flexibilizar' los depósitos atrapados en el corralito. La imposibilidad de acceder a sus cuentas asfixia a unos dos millones de ciudadanos argentinos.

"Todos sabemos que el mandato es día a día y que hay que ir paso a paso, como decía Merlo". Un portavoz del Gobierno argentino aludía ayer al entrenador del Racing de Avellaneda, que llevó a su equipo a ganar un título de Liga después de 35 años, para comparar con esa paciente tarea la reconstrucción del poder político y la recuperación de la confianza de los ciudadanos. Los cacerolazos determinan el ritmo del andar y el que acabó violentamente en la madrugada del pasado viernes apuró la marcha. El paso del día de hoy será el anuncio de "correcciones" a las disposiciones del Banco Central para "flexibilizar" el retiro de los depósitos atrapados en el llamado corralito financiero.

La confiscación que han hecho los bancos de los ahorros perjudica y asfixia a unos dos millones de ciudadanos de la clase media, a comercios y a pequeñas y medianas empresas que no pueden pagar a sus proveedores, los salarios, facturas de servicios, impuestos y deben reducir aún más el consumo. La inminente quiebra de la mayoría tiene un efecto en cascada sobre quienes dependen de ellos escalones más abajo, empleados comerciales o domésticos, vendedores ambulantes, buscas, changarines y trabajadores temporales como albañiles, jardineros o fontaneros.

Hay 22.709 millones de dólares [28.070 millones de euros] en depósitos a plazo que, según el nuevo cronograma de devolución anunciado el pasado jueves -de lo que ahora los ahorradores llaman corralón o gulag, porque estiman que se endurecieron las condiciones- se reintegrarán en cuotas mensuales que, según los montos, pueden extenderse entre enero de 2003 y septiembre de 2005, a una tasa de interés del 2%.

El Gobierno podría disponer que los encerrados en esa abarrotada celda puedan pasar al pabellón más amplio de los que tienen sus imposiciones en pesos y acogerse al beneficio de reencontrarse antes en libertad condicional, porque podrían recuperar en cuatro cuotas o en 12 -según los montos- pero sólo a partir del próximo mes de marzo. Mientras tanto, si además los traspasan a cajas de ahorro, podrían retirar de allí hasta 1.200 pesos al mes. El traspaso reconocería la nueva paridad oficial de 1,40 pesos por dólar.

Hay otros 15.718 millones de dólares encerrados en el laberinto de las cuentas de ahorro y 4.230 millones en cuentas corrientes. Muchos clientes de los bancos optaron por traspasar sus depósitos a plazo a cuentas de ahorro cuando vencían y no los podían retirar. De las cuentas de ahorro pueden extraerse hasta 1.200 pesos al mes. Según el nuevo cronograma, los montos superiores a tres mil dólares de todas las cuentas serán convertidos en depósitos a plazo. Hasta esa cantidad se podrá reconvertir sus fondos en pesos -a 1,40 pesos por dólar- y disponer de ellos según los topes establecidos para el retiro mensual.

El presidente de la Coordinadora de Actividades Mercantiles (CAME), Osvaldo Cornide, que en principio respaldó con fervor la "nueva alianza" entre la política y los sectores productivos en desmedro de los financieros que propuso Duhalde, advertía ayer sobre los riesgos de "quedar a mitad de camino" y emplazó al Gobierno para que "tome decisiones sobre la apertura del corralito".

El viceministro de Economía, Jorge Todesca, admitía ayer que "el dinero no puede devolverse inmediatamente, pero se estudian todas las posibilidades para facilitar las transacciones dentro del sistema, de modo que los fondos puedan ser utilizados como medios de pago con transferencias entre cuentas".

Por otra parte, el viceministro acusó ayer al FMI de mantener posiciones "incoherentes" y pidió a los responsables del organismo internacional que "no hablen sino tienen nada interesante que decir". "Estamos trabajando en una dirección muy coherente con lo que es un programa consistente y razonables y no necesitamos que cada dos minutos un funcionario del Fondo nos esté diciendo cómo recorrer un camino en el cual estamos hace apenas siete días", agregó Todesca.

Además, "lo hacen a diez mil kilómetros de distancia, sin un buen conocimiento de la situación", agregó en respuesta a las declaraciones de la subdirectora del FMI, Anne Krueger.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de enero de 2002