Ni la política monetaria de Argentina es 'sostenible' ni existe de momento un 'plan coherente' de salvación económica. El Fondo Monetario Internacional (FMI) se apoyó en esta doble valoración para postergar de momento cualquier negociación sobre las ayudas a ese país. El organismo financiero, con sede en Washington, reconoció que el nuevo Gobierno de Buenos Aires ha identificado 'los problemas prioritarios' pero se negó a hablar de plazos para la reanudación de las ayudas. Un equipo del FMI viaja hoy a Argentina.
Las declaraciones de la número dos del FMI, Anne Krueger, certifican un distanciamiento de la situación que puede empeorar las circunstancias económicas y sociales en Argentina. Krueger, con esfuerzos por evitar cualquier sugerencia que pudiera parecer intervencionista, aseguró que el Fondo reconoce 'la extrema dificultad de la situación social' que vive el país.
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Sin embargo, Krueger pospuso el debate sobre la reanudación de las ayudas hasta el momento en el que exista un plan económico 'coherente' por parte del Gobierno, lo que no deja de ser una crítica a la estrategia inmediata. Krueger calificó como 'insostenible' a corto plazo el doble régimen cambiario con el que se pretende empujar al país fuera de la crisis.
Hasta que las condiciones económicas se ajusten a lo que exige el FMI, no puede ni empezar a hablarse de ayudas financieras. Según Krueger, el Fondo 'ayudará con asistencia técnica y consejos de política monetaria a medida que empiecen a tener un plan coherente. Pero hasta que lo tengan, no tiene sentido hablar sobre un programa de ayudas del Fondo'. Krueger aseguró que hablar de dinero 'es demasiado prematuro'.
Política monetaria
La directiva del FMI celebró una reunión en la noche del viernes con Argentina como único punto del día. Hubo tanta unanimidad en mostrar preocupación como en relegar las ayudas hasta que se aclare el panorama económico. 'Estamos listos para ayudar a Argentina en este momento extremadamente difícil. Cuando se formule un programa que básicamente prometa avanzar en el sentido correcto, estaremos preparados para apoyarlo', dijo Krueger.
El FMI reconoce que el nuevo Gobierno ha sabido 'identificar los problemas: saben que tenían que hacer algo sobre el régimen cambiario, saben que tienen que fortalecer la posición fiscal, saben que tienen que encontrar una política monetaria que mantenga baja la inflación y saben que tienen que reestructurar la deuda'.
Al mismo tiempo, el FMI asegura que el doble régimen cambiario actual (uno fijo para la mayoría de las transacciones y otro flotante para el resto) es 'insostenible a medio y largo plazo'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de enero de 2002