Una de las productoras pioneras en Hollywood, la Metro-Goldwyn-Mayer, está en venta. Según contaba ayer el diario Los Angeles Times, que citó fuentes internas de la empresa, los responsables del estudio, a la cabeza de los cuales se encuentra Kirk Kerkorian, pedirían 7.000 millones de dólares -unos 7.500 millones de euros- por la operación.
El diario californiano indicaba que Metro-Goldwyn-Mayer buscaba compradores y que había encargado a la empresa Goldman Sachs que se ocupara de la operación pero ningún responsable de las dos firmas hizo comentarios al respecto. La cantidad podría parecer elevada ya que el precio del estudio se valora alrededor de los 5.000 millones de dólares en Wall Street, según indica Los Angeles Times.
Los fondos artísticos de la MGM ascienden a 4.100 películas y levantan el interés de empresas como Viacom, Walt Disney, AOL-Time Warner y Vivendi Universal, pero quienes han entrado ya en conversaciones para hacerse con la firma del león son Sony Pictures Enterteinment y Dreamworks, la empresa creada por Steven Spielberg, aunque ninguna de las dos últimas citadas habría realizado una oferta debido al precio que piden.
El actual magnate encargado de la compañía, Kerkorian, compró MGM en 1996 después de que el grupo francés Crédit Lyonnais se hiciera con ella en 1992 en un contexto plagado de escándalos por estafa. Los tiempos de gloria de la empresa creada en 1924 por tres hombres, Marcus Loew, W. Randolph Hearst y Louis B. Mayer, que sacó adelante títulos como Ben-Hur, quedaron un tanto manchados con la gestión de hombres como Florio Fiorini. Éste fue condenado a 41 meses de prisión en la década de los noventa por un tribunal federal de Los Ángeles tras haber sido probada su complicidad en una estafa que tuvo lugar en la recompra de la empresa.
Fiorini fue encontrado culpable de haber ayudado al empresario italiano Giancarlo Parretti a hacerse con MGM con diversos procedimientos fraudulentos en 1990.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de enero de 2002