El irlandés Pat Cox, de 49 años, líder del minoritario grupo de los eurodiputados liberales (52 de los 626 escaños), se convirtió ayer en el nuevo presidente del Parlamento Europeo en un reñido proceso que obligó a celebrar hasta tres votaciones. A la tercera, Cox superó la mayoría absoluta necesaria y obtuvo 61 votos más que su más directo rival, el británico David Martin, del Grupo Socialista (181 eurodiputados), que por un error de estrategia ha perdido la oportunidad de presidir la segunda mitad de la legislatura. El irlandés sumó 298 votos y el británico, 237.
Cox, que sustituye a la francesa Nicole Fontaine, del Partido Popular Europeo, consiguió la presidencia gracias al apoyo de este partido, mayoritario en la Cámara (232 escaños), que a su vez había recibido los votos de los liberales en 1999 para presidir la primera parte de la legislatura. Debido a ese pacto se ha roto por primera vez en los últimos diez años la tradición según la cual los dos grupos mayoritarios, populares y socialistas, se reparten ambos turnos de presidencias. Pero en 1999 el líder de los socialistas, Enrique Barón, exigió para su grupo el primer turno, por lo que el PPE rompió las negociaciones y pactó con los liberales.
Pero los populares se han cobrado caro su apoyo a Cox. De entrada, han colocado a varios de sus hombres en el Gabinete del nuevo presidente (entre ellos los números 2, 3 y 5 de ese organismo de nueve personas). Además, y al perder la presidencia, tendrán siete vicepresidencias, dos más de las que tenían (hay 14 en total). Los populares españoles, además, le recordaron su compromiso de mantener una dura postura frente al terrorismo, aspecto en el que los españoles han valorado especialmente a Fontaine frente a su sucesor.
"Tenemos la absoluta confianza de que Cox será fiel a su promesa de mantener el mismo compromiso del Parlamento Europeo frente al terrorismo que ha alcanzado Nicole Fontaine", declaró el líder de los populares españoles, Gerardo Galeote. Para estar más seguros, una de las personas colocadas en el gabinete de Cox por el PP será la encargada de gestionar todos los asuntos relacionados con Justicia e Interior.
En el nuevo reparto de poder sólo los socialistas salen como perdedores. No sólo no presidirán ninguno de los dos turnos de la legislatura, sino que pierden una de las seis vicepresidencias que tenían y cambian la presidencia de la Comisión de Política Social, que pasa a los Verdes, por la de Cultura.
En ese nuevo reparto, ayer se confirmó que el italiano Giuseppe Gargani, de Forza Italia, el partido de Berlusconi, presidirá la Comisión de Asuntos Jurídicos, encargada de ver en breve el nunca acabado procedimiento para levantar la inmunidad a Marcello Dell'Utri, de la misma formación. No fue casual que ayer el verde Daniel Cohn-Bendit exigiera al nuevo presidente que esté más que vigilante con las posiciones más que dudosamente europeístas del Gobierno de Silvio Berlusconi.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de enero de 2002