Israel no ha encontrado pruebas directas de la implicación de Yasir Arafat en el caso del barco Karine-A, detenido en el mar Rojo con 50 toneladas de armas a bordo, según reconoció ayer el director de la Agencia de Seguridad israelí (ISA), Avi Dichter, ante el ministro español de Exteriores, Josep Piqué. No obstante, el primer ministro, Ariel Sharon, le dijo a Piqué que no levantará el confinamiento del líder palestino.
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Dichter le expuso al ministro español los resultados de su investigación sobre el buque y le presentó un organigrama de los implicados en cuya cúspide aparece el nombre de Arafat con un interrogante. Piqué le pidió precisiones y el director de la seguridad israelí le contestó que no tiene pruebas, pero que está convencido de que Arafat "no podía no saber", dada la entidad de la operación y el nivel de los tres principales implicados. Uno de ellos, Maer Shoubaki, el único que se encuentra en los territorios y que está sujeto a la orden de arresto dictada por Arafat, es el encargado de comprar armamento para la policía palestina.
Israel dice tener, en cambio, pruebas definitivas de la implicación de Irán en la operación. El portavoz de Sharon, Raanan Gissyn, explicó ayer que las armas que transportaba el Karine-A iban ocultas en 80 tubos metálicos sumergibles de los que se puede demostrar que fueron fabricados por Irán precisamente para esta operación. El propio Sharon le insistió a Piqué, durante la hora de entrevista que mantuvieron ayer con ocasión de la primera gira del nuevo presidente del Consejo de Ministros de la UE por Oriente Próximo, en que Irán es, "con el consentimiento de Siria", el principal foco de expansión del terrorismo y de inestabilidad para la región. Sharon le pidió a su huésped que la UE limite sus relaciones con Damasco, donde Piqué llegará hoy, y que no negocie el acuerdo de asociación con Irán que España quiere impulsar. Piqué le respondió que antes los Quince examinarán las pruebas que Israel les presente.
El gran objetivo político del escándalo del barco es Arafat, cuya credibilidad se ha empeñado en liquidar Israel. Sharon le aseguró al ministro español que no levantará el confinamiento que el líder palestino sufre en Ramala desde hace tres meses hasta que Arafat, con quien Piqué se reunirá hoy, no detenga a los tres acusados por Israel del asesinato del ministro israelí de Turismo, Rajavan Zeevi. Uno de éstos, el líder del FPLP, fue detenido el martes, pero Sharon despreció la medida.
Sharon pidió a la UE y a su representante en la zona, Miguel Ángel Moratinos, que controle si se cumplen los arrestos en los territorios. Además, descartó levantar el bloqueo para que los palestinos puedan trabajar en Israel, porque con ello, dijo, se extendería el terrorismo, e insistió en que no puede negociar la paz porque no tiene interlocutor válido. Piqué y Moratinos advirtieron, pese a todo, "algún signo de flexibilización" en Sharon, porque dijo que la crisis actual puede ser reversible. Sharon dijo que Piqué le había invitado a visitar España y que piensa hacerlo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de enero de 2002