El presidente de EE UU, George W. Bush, pidió ayer a Argentina que no renuncie al proceso de reformas económicas y apertura de mercados, y advirtió contra la adopción de "medidas fáciles" que alargarán el sufrimiento de la población.
En un discurso en la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el futuro del continente, Bush insistió en que el crecimiento económico depende de que haya economías de mercado, políticas monetarias y fiscales sensatas, y liberalización comercial. "Los recientes acontecimientos en Argentina no cambian esta realidad", afirmó el presidente.
Bush previno contra soluciones fáciles que "sólo producirán más problemas". "Las soluciones a medias no reducirán el dolor, lo prolongarán", agregó. En este sentido, advirtió contra recetas que considera fracasadas: "aquellos que prometen un proteccionismo sin dolor o la seguridad a través del estatismo aseguran un futuro sombrío y estancado".
Bush reiteró que EE UU "está preparado para ayudar a que Argentina capee esta tormenta". "Una vez que Argentina se comprometa a un plan económico sólido y sostenible, ofreceremos asistencia a través de las instituciones financieras internacionales", agregó. "Esta asistencia puede suavizar el impacto de la crisis en la vida del pueblo argentino".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de enero de 2002