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ETA envía tres paquetes bomba a directivos de medios de comunicación del País Vasco

La Ertzaintza desactivó los artefactos, que contenían 150 gramos de dinamita Titadyne

La Ertzaintza desactivó anoche tres paquetes bomba, cargados cada uno con 150 gramos de dinamita Titadyne, que la banda terrorista ETA había enviado a sendos directivos de medios de comunicación en Euskadi residentes en Vizcaya. Los artefactos, listos para explotar al ser abiertos, fueron facturados en una empresa de paquetería de Erandio. Dos habían llegado ya a sus destinos en Algorta (Getxo) y Leioa y el tercero estaba aún en la furgoneta rumbo a una vivienda de Getxo. Los artificieros de la Ertzaintza desalojaron los edificios donde estaban las bombas.

El primer paquete bomba fue localizado alrededor de las siete de la tarde, después de que su destinatario avisara a la Ertzaintza de que había recibido un envío sospechoso. La policía autonómica desplazó un equipo de artificieros e inició las pesquisas para averiguar si existían más paquetes. Las indagaciones en una empresa de mensajería confirmaron que se habían expedido otros dos "a otras dos personas incluidas en el grupo de riesgo", según la policía autonómica.

Uno de los destinatarios de los envíos era Enrique Ibarra, vicepresidente del Grupo Correo e hijo de Javier Ibarra, una de las primeras víctimas de ETA, según medios de la investigación. El segundo de los paquetes estaba destinado al director de Radio Nacional de España en el País Vasco, Santiago Silván, residente en Algorta, y el tercero estaba expedido a nombre de Marisa Guerrero, delegada de Antena 3 en Euskadi y vecina de Leioa. "Los artificieros tuvieron que volar para localizar los paquetes y controlarlos", indicaron las citadas fuentes de la Ertzaintza, que agregaron que como medida de precaución fueron desalojados los edificios donde estaban los paquetes.

El primer envío, que fue desactivado sin grandes problemas, estaba envuelto con un papel que llevaba distintivos de la patronal vasca Confebask, tenía un tamaño similar a una caja de zapatos y llevaba en su interior "150 gramos de dinamita Titadyne y un mecanismo para que estallara nada más ser abierta la caja", según la policía autonómica. Los otros dos paquetes (cuyos destinatarios conocieron su existencia tras ser avisados por la Ertzaintza) fueron explosionados en un descampado. La cantidad de dinamita que contenían era la misma que el envío que el 15 de mayo hirió gravemente en Zarautz (Guipúzcoa) al periodista Gorka Landaburu.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de enero de 2002