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Seis israelíes muertos y más de veinte heridos en un atentado suicida contra una sala de fiestas

Un palestino, que fue abatido tras el ataque, disparó indiscriminadamente contra una familia

Seis israelíes murieron y al menos 20 resultaron heridos como consecuencia de un atentado perpetrado anoche por un activista palestino contra una sala de fiestas en Hadera, a 50 kilómetros al norte de Tel Aviv. La acción, reivindicada por las Brigadas de Al Aqsa, una facción armada vinculada al partido gubernamental de Al Fatah, supone el fin de la tregua que los movimientos radicales palestinos habían decretado unilateralmente hace tres semanas, bajo la presión de Yasir Arafat.

Un hombre armado de un fusil de asalto M-16 irrumpió ayer pocos minutos antes de las once de la noche en una sala de fiestas, Armon David Hall, situada en el corazón de la población de Hadera, para disparar indiscriminadamente contra los miembros de una familia que se encontraban celebrando la entrada en la adolescencia -Bat Mitzavh- de una hija de doce años.

Las ráfagas del arma automática provocaron la confusión y el panico entre los invitados, algunos de los cuales pugnaron por alcanzar las puertas de salida, mientras que otros intentaban neutralizar al atacante, lanzándole todo tipo de objetos arrojadizos, botellas, mesas o sillas. La contundencia de la respuesta obligó al asaltante a replegarse hacia la entrada del local, lo que llevó a término mientras lanzaba al centro de la sala una granada de mano, pero no tuvo tiempo para hacer estallar un cinturón lleno de explosivos que llevaba ceñido en su cintura.

El atacante, Abdel Salah Hasuma, de 26 años, oriundo de la región de Shema, cerca de Galilea, fue abatido, antes de que pudiera emprender la huida, por los guardas privados del local y agentes de policía de un cuartel cercano que acudieron rápidamente al lugar del incidente, al oír los primeros estruendos de las balas.

Las víctimas eran en su mayoría israelíes oriundos de la antigua URSS, que habían llegado a Israel hacia poco menos de 15 años y que se encontraban asentados en la región de Hadera. A la fiesta familiar habían acudido numerosos ciudadanos rusos, que habían venido al país hace pocos días para participar en la ceremonia. Éste es el segundo atentado terrorista que se cierne específicamente sobre la comunidad rusa-israelí. El anterior acaeció el 1 de junio pasado, cuando 21 jóvenes originarios de Rusia fueron asesinados en un atentado perpetrado contra la discoteca Delfinarium de Tel Aviv, en la que fueron también heridas otras 120 personas.

El atentado fue reivindicado pocos minutos más tarde por un portavoz de la milicia de las Brigadas de Al Aqsa, una facción radical, constituida por disidentes del partido gubernamental de Al Fatah, que preside Yasir Arafat, quienes de una manera constante se han venido negando a acatar las ordenes de alto el fuego impartidas desde el 11 de septiembre por la Autoridad Nacional Palestina.

Las Brigadas de Al Aqsa, junto con las milicias de Hamás y de Yihad Islámica, firmaron poco antes de las Navidades una tregua, en la que se comprometieron a no realizar atentados terroristas en el interior de Israel, siempre y cuando estos cesaran en la práctica de los "asesinatos selectivos" de los dirigentes de la Intifada y los ataques contra la población civil.

El pacto unilateral de los grupos radicales palestinos empezó a quebrarse hace poco menos de una semana tras la reanudación de los asesinatos selectivos por parte del Ejército israelí, que culminaron ayer con la muerte de un dirigente de las Brigadas de Al Aqsa, Jamis Ahmed Ali, de 42 años. Dos días atrás, el Ejército israelí había acabado asimismo con la vida de otro dirigente político-militar del mismo grupo, Read Al Karim.

Ayer por la noche, mientras la Casa Blanca condenaba el "horrible atentado" y pedía a Yasir Arafat que tomase "medidas contundentes" contra los terroristas, el Gobierno de Israel acusaba una vez más del ataque a la ANP. Un portavoz del primer ministro, Ariel Sharon, aseguraba que el atentado había creado "una nueva situación", que será examinada por el Gobierno, y que tendrá una respuesta "a fin de proteger a los ciudadanos de Israel".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de enero de 2002