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Kluivert se da un atracón de goles

Una semana esperó Patrick Kluivert para replicar a los que cuestionaron la profesionalidad de los jugadores del Barça tras la supuesta fiesta en el hotel Hesperia de Madrid. El holandés, que no marcaba desde el 6 de enero ante el Zaragoza en el Camp Nou, afinó su siempre criticada puntería y firmó cuatro de los seis tantos del Barça. De un plumazo, su cuenta goleadora se elevó hasta un total de 11 para empartar con Catanha (Celta), el actual pichichi de la Liga.

No lo hizo tampoco nada mal el joven Thiago Motta, que, como había anunciado Carles Rexach, ayer lució el 28 en el once inicial. Con 19 años, dos y medio después de aterrizar en Barcelona, el centrocampista brasileño debutaba como titular con el primer equipo en un encuentro de lo más comprometido. Pero, como siempre, mantuvo el temple y su rostro de serenidad. El mismo que ha lucido en el Miniestadi, con el filial, desde que el Barça lo descubrió en un torneo internacional sub-17 en Francia y quedó prendado de su zurda. Sin necesidad de cantidades desorbitadas ni de grandes campañas mediáticas, el brasileño se trasladó a Barcelona con su familia y un tesoro bajo el brazo: un pasaporte que acredita su origen italiano y le convierte en comunitario.

"La victoria está muy bien, pero, de momento no hemos hecho nada", dijo Rexach tras el encuentro. Admitió su alegría por la contundencia del triunfo pero conminó a su equipo a seguir una línea de regularidad. "Esto nos da más confianza y nos permite respirar un poco más tranquilos", señaló. Rexach dedicó el triunfo al vicepresidente del Barça, Francesc Ventura, de 71 años, que falleció ayer de un infarto.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de febrero de 2002