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Pacifistas israelíes piden la retirada de los territorios autónomos

Por primera vez desde que se desencadenó la Intifada, hace 16 meses, varios miles de pacifistas israelíes salieron ayer por la tarde a las calles de Tel Aviv para pedir el fin de la guerra con los palestinos y la salida de los territorios autónomos. La manifestación ha supuesto la resurrección de las organizaciones pacifistas en Israel, que se encontraban desmovilizadas y desactivadas desde 1994, cuando se firmaron los Acuerdos de Oslo.

"El campo de la paz ha vuelto a las calles de Israel", aseguraban ayer por la tarde los dirigentes del movimiento pacifista judío, mientras se iban concentrando en la plaza del Museo de Arte de Tel Aviv, junto a la avenida Saul Hamelech y cerca de la plaza de Isaac Rabin, que se ha convertido en un símbolo de los no violentos en Israel.

La manifestación se puso en marcha, entre un gran despliegue de las fuerzas de seguridad, al finalizar la fiesta religiosa del Shabat para concluir dos horas más tarde. Los manifestantes, que habían llegado desde los puntos más alejados del país, blandieron banderas nacionales de Israel, pero también banderas negras en una clara alusión a una decisión histórica del Tribunal Supremo en 1958 en la que se decía que "sobre ciertas órdenes ondea la bandera negra de una ilegalidad manifiesta... Un soldado no sólo tiene el derecho, sino la obligación de desobedecer este tipo de órdenes". Con ellas sugieren a la población que sus soldados están recibiendo a diario en los territorios autónomos consignas militares manifiestamente ilegales, como la demolición de casas o los "asesinatos selectivos". En las últimas semanas más de dos centenares de oficiales del Ejército en la reserva han firmado un documento en el que se niegan a servir en los territorios ocupados.

La manifestación, que estaba convocada por una plataforma de 28 organizaciones pacifistas, así como por numerosas organizaciones cívicas y sociales israelíes, contó con el apoyo de diversas asociaciones conjuntas árabes-israelíes.

Por otra parte, una mujer israelí, habitante de la colonia judía de Maale Ephraïm, fue asesinada ayer en Nablús por activistas palestinos, cuando su coche, en el que circulaba con su marido y su hijo, fue tiroteado.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de febrero de 2002