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El Gobierno renuncia a su ley autonómica por el rechazo de la oposición y las comunidades

Posada propone crear una ponencia en el Senado para debatir las diferentes propuesta

El ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, renunció ayer en el Senado a articular una Ley de Cooperación Autonómica ante el rechazo mostrado por toda la oposición y las comunidades autónomas. El ministro hizo este anuncio en la Comisión General de Comunidades Autónomas, donde presentó su informe. Su iniciativa finalmente la desarrollará una ponencia especial que se constituirá en la Cámara alta, en la que participarán los grupos parlamentarios y las autonomías, y en la que también se debatirán las propuestas que éstos planteen.

Tras concluir el debate -al que no asistieron representantes de los Gobiernos de Cataluña y el País Vasco, aunque sí los senadores de CiU y PNV-, el portavoz del PSOE, Juan José Laborda, y el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, también socialista, confirmaron que aceptan participar en la ponencia propuesta por el PP siempre y cuando el Gobierno asuma que en ella se debatirán sus planteamientos y que en ella tendrán cabida los nacionalistas.

Durante la sesión, Ibarra yaavanzó parte de sus reivindicaciones. Tras rechazar la manera en que el PP entiende la cooperación autonómica, limitada a la potenciación de las conferencias sectoriales, el presidente extremeño amplió la cooperación a tres puntos: la reforma constitucional del Senado para convertirlo en Cámara territorial; la creación de una Conferencia de Presidentes Autonómicos, que encabezaría el presidente del Gobierno central, y la participación de las comunidades en las instituciones de la Unión Europea, incluidos los Consejos de Ministros.

Posada renunció a articular la anunciada Ley de Cooperación al ver que toda la oposición estaba en contra de su informe. Las distintas fuerzas parlamentarias, con la única excepción del PP, se opusieron al proyecto en las líneas en que había sido redactado.

El resultado de un acuerdo

El ministro ya había repetido en varias ocasiones que el proyecto no saldría adelante si no había consenso. De hecho, en el mismo informe advertía de que "la forma última en que esta iniciativa se concrete podrá ser una norma de rango legal, una norma de rango infralegal o cualquier otro instrumento jurídico al que pueda llegarse por acuerdo". "Será el resultado del acuerdo al que se llegue el que determinará aquellos ámbitos de la cooperación en los que se quiera incidir (...) El consenso y el acuerdo determinarán el alcance y la naturaleza del proyecto", se insistía.

Después de escuchar a todos los grupos, Posada admitió que no veía "posible" una Ley General de Cooperación y que incluso albergaba la duda de que ésta "fuera conveniente". Defendió, por tanto, impulsar la cooperación entre las comunidades y el Estado, y entre las comunidades entre sí, a través no ya de una ley general, sino de leyes ordinarias, decretos, modificaciones a las leyes actuales o acuerdos no legislativos.

En este escenario se pondrá en marcha una ponencia específica en el Senado, aunque de entrada el ministro sostiene que la reforma constitucional de la Cámara alta que pide la oposición "no es una solución", y que las competencias exclusivas "siguen existiendo".

La rectificación del ministro llegó después de que Rodríguez Ibarra dijese que "para potenciar las conferencias sectoriales no hace falta una ley". "Además", prosiguió, "la clave de la cooperación autonómica está en la reforma constitucional del Senado, que esta propuesta del Gobierno no contempla. Y si no hay reforma del Senado, no hay cooperación". La intervención del presidente extremeño fue respaldada por todos los consejeros autonómicos de los Gobiernos socialistas, entre ellos el andaluz, Gaspar Zarrías.

Aunque Ibarra asumió, en su intervención, la participación condicionada en la ponencia propuesta por el PP, estuvo muy crítico con el presidente del Gobierno, José María Aznar, al que acusó de defender "una idea de España caduca" por no aceptar la reforma constitucional del Senado ni la participación autonómica en Europa. En tono jocoso, dijo que si bien a él le había "costado asumir la España plural y autonómica", "se ve que a Aznar le cuesta más porque en su momento no aceptó el título VIII de la Constitución", que consagra la España de las autonomías. "Si los nacionalistas se han movido, por qué no da el Gobierno un paso", se preguntó.

Los socialistas pretenden que se cree más de una ponencia en el Senado para abordar sus propuestas y que los nacionalistas formen parte de ella. El portavoz del PP, Esteban González Pons, expresó su disposición favorable a ello, en otra rueda de prensa posterior.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de febrero de 2002