La prostitución no es una profesión, sino un nido de violencia contra las mujeres. Este planteamiento obtuvo ayer un consenso en el consejo informal de ministros de Igualdad de Oportunidades de la Unión Europea, según afirmó el titular de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio. Aunque este tema no formaba parte de la agenda, el Lobby Europeo de Mujeres, que aglutina a 3.000 ONG, logró introducirlo. En la reunión se reconoció la importancia de luchar a escala comunitaria contra la violencia hacia las mujeres, incluido el acoso moral en el trabajo.
"Bajo la prostitución se hallan situaciones de violencia, de absoluta falta de libertad de la mujer, de agresiones y vejaciones. No estamos ante una profesión en los términos en que algunos desean presentarla, sino ante una de las circunstancias sociales que más propicia la violencia y el tráfico de personas", aseguró ayer el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio. "Hay colectivos que piden que la prostitución se equipare a una profesión convencional. Evidentemente, carece de los rasgos básicos para ser una profesión que se pueda ejercer en régimen de libertad y voluntariedad. El sentir más general es que propicia la vejación", añadió.
Aparicio evitó pronunciarse sobre el régimen jurídico que debe tener la prostitución y se remitió a los trabajos que realice una comisión especial creada en el Senado. En España es una actividad alegal (tolerada, pero no reglamentada) que practican unas 300.000 mujeres. Sin embargo, en la UE conviven posturas contrarias: desde la criminalización del cliente en Suecia, hasta la normativa holandesa, que concede derechos laborales a las meretrices.
La Conferencia de Ministros de la UE sobre Violencia contra las Mujeres, que ayer concluyó en Santiago de Compostela, preveía tratar el problema en tres ámbitos: doméstico, sexual y acoso laboral. Sin embargo, el Lobby Europeo de Mujeres puso también la prostitución sobre la mesa. Denise Fuchs, presidenta de esta entidad que agrupa a 3.000 ONG, intervino para pedir que la prostitución y la trata se consideren "una violación de los derechos humanos de las mujeres", y no sólo desde la perspectiva de la inmigración o de la lucha contra el crimen organizado.
"La prostitución no es una actividad laboral, sino algo que mina la imagen de la mujer y de sus derechos. Nunca es una elección realmente libre y por eso resulta una hipocresía decir que el problema se resuelve reglamentando la actividad", aseguró Fuchs a EL PAÍS. Según el Lobby, entre 60.000 y 100.000 mujeres entran cada año en la UE víctimas de las redes de proxenetismo. "Educar a los niños en el respeto y que luego vean que se puede comprar a una mujer es algo que mina los esfuerzos de lucha contra la violencia", añadió. El Lobby es partidario de tipificar como delito la compra de servicios sexuales, es decir, criminalizar al cliente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de febrero de 2002