El presidente de Telefónica, César Alierta, quiso dejar ayer muy claro, frente a los ministros de Telecomunicaciones de la UE, que celebran una reunión informal en Vitoria, que la sociedad de la información no se extenderá sin el impulso de los grandes operadores de telefonía, y en cierta manera condicionó ese impulso a una normativa más beneficiosa y estable que permita obtener 'una rentabilidad adecuada a las altas inversiones'.
Alierta urgió a una regulación que favorezca la asunción de riesgos, que fomente la innovación y el esfuerzo inversor en banda ancha, para compensar la situación del sector, que, según dijo, se encuentra en un momento crítico por la 'percepción pesimista' de los mercados de valores, los elevados niveles de deuda -debido a las grandes inversiones- y a la compleja situación competitiva del mercado.
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El presidente de la operadora también urgió a los Quince a que reduzcan las exigencias iniciales para el desarrollo de la telefonía móvil de tercera generación (UMTS), por cuyas licencias se han pagado más de 100.000 millones de euros, lo que ha contribuido a agravar la crisis que vive el sector.
Las palabras de Alierta fueron bien acogidas por la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, quien recordó que la UE ha aprobado recientemente un conjunto de cinco directivas, que unidas a los acuerdos que se alcancen en el próximo Consejo de Ministros del sector van a permitir que aumente la liberalización, la integración del mercado único europeo y la capacidad de que las compañías rentabilicen sus inversiones.
Coordinación europea
Los ministros de Telecomunicaciones tienen sobre la mesa un documento de trabajo en el que se apuesta por coordinar los organismos reguladores nacionales y la Comisión Europea, para 'facilitar la aparición de operadores paneuropeos capaces de competir en los mercados mundiales'.
El director general delegado de Vivendi, Eric Licoys, también presente en la reunión, consideró fundamental el desarrollo de contenidos y aplicaciones digitales atractivas para los ciudadanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de febrero de 2002