Miguel Ángel García Matamala, un repartidor de periódicos en paro de 24 años, murió electrocutado el viernes por la noche al subirse a una torre de alta tensión en Móstoles. La víctima se encontraba en un polígono de esta localidad madrileña cuando comenzó a ascender por la torreta y, por causas todavía no esclarecidas, se precipitó al vacío. Falleció a los pocos minutos, según informó ayer un portavoz de Emergencias 112.
El mortal accidente ocurrió a las 22.00 en la calle del Desarrollo, en el polígono industrial de Arroyomolinos, cuando Miguel Ángel García se encontraba con otros amigos, con los que había salido a dar una vuelta. En un momento dado, el joven comenzó a subir por la torre de alta tensión que había junto al lugar donde estaban tomando unas copas. Cuando ya casi había coronado la torreta, cayó a plomo y se golpeó contra el suelo. 'No sabemos si ha llegado a tocar el cable de alta tensión o le ha dado un desvanecimiento antes de llegar arriba del todo', señaló ayer el padre de la víctima, Miguel García.
Hasta el lugar se desplazó una UVI móvil del Servicio de Urgencias Médicas de la Comunidad de Madrid, cuyos facultativos intentaron reanimar a la víctima, pero al final sólo pudieron certificar su fallecimiento por electrocución. Según comentó Miguel García, su hijo estaba todavía con vida cuando llegaron los servicios sanitarios.
El cuerpo de Miguel Ángel fue trasladado al cementerio-tanatorio de Móstoles, donde hoy recibirá sepultura. Ayer se le practicó la autopsia.
La policía no había explicado a la familia las causas por las que se produjo la caída: 'No sabemos si ha sido por una apuesta o que han empezado a decir quién era más valiente o subía más alto, pero el caso es que mi hijo ha muerto por una tontería', señaló el progenitor. Éste no había hablado ayer todavía con los amigos de Miguel Ángel para que le relataran todo lo sucedido.
Miguel Ángel, el menor de dos hermanos, había trabajado como repartidor del periódico gratuito Mercado, perteneciente al grupo Segunda Mano, que se distribuye en los municipios más poblados de la periferia. Tras dejar este empleo, había estado en un taller de aluminio. Ahora se encontraba en el paro, pero tenía previsto volver a trabajar como repartidor de Mercado a partir del 1 de marzo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de febrero de 2002