El Departamento de Estado norteamericano pidió ayer a Israel que dé muestras de "la mayor contención" en su intervención en el campo de refugiados palestinos de Balata, cerca de Nablús (Cisjordania), para salvaguardar a la población civil. Poco después, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, telefoneó al secretario de Estado Colin Powell para informarle de la situación.
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"Estados Unidos está preocupado por la situación sobre el terreno y, en especial, en el campo de refugiados de Balata, cerca de Nablús", declaró el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher. "Nos hemos puesto en contacto con el Gobierno israelí para pedir que se haga prueba de la mayor contención a fin de evitar daños a la población civil", añadió.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió la retirada inmediata del Ejército israelí de los campos de refugiados palestinos. "Lo que me preocupa especialmente es que como consecuencia de las incursiones de las fuerzas israelíes en los campos de refugiados hay gran número de palestinos muertos y heridos", dijo Annan en un comunicado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de marzo de 2002