El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, reiteró ayer que el mal tiempo ha obligado a ralentizar el ritmo del asedio a Al Qaeda en el este de Afganistán. El frío, el viento y la nieve, dijo Rumsfeld, están limitando los ataques aéreos al lanzamiento de bombas guiadas por satélite. Los aviones A-130 no pueden disparar sus cañones y ametralladoras contra los rebeldes y los helicópteros se mantienen al margen de la batalla.
Por su parte, el presidente George W. Bush vaticinó que sus tropas van a librar más batallas como la de Gardez. 'Es una señal de lo que va a seguir pasando durante un tiempo', afirmó Bush durante una visita al Estado de Florida.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de marzo de 2002