Tres falsas alarmas de atentados acompañaron ayer a la matanza en el centro de Jerusalén. Las tres alarmas se sucedieron en un breve espacio de tiempo, y a cada una de ellas acudieron ambulancias, policía y periodistas, que corrían a dondequiera que parecía que había un nuevo atentado.
Las alarmas dan una idea del estado de pánico y nerviosismo que se apoderó anoche de la población de la capital. Las tres fueron difundidas instantáneamente por las televisiones de Israel, que además estaban informando del atentado que costó la vida a otras tres personas en Netanya reivindicado por las brigadas afiliadas al movimiento palestino Al Fatah.
Por otro lado, un helicóptero de la Fuerza Aérea israelí mató ayer, por error, a un hermano de Adel Karim Aued, dirigente de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, en la ciudad cisjordana de Ramala, según informó esta madrugada la televisión israelí. Fuentes de la Seguridad palestina informaron de que helicópteros israelíes lanzaron dos misiles contra el coche de Aued, en el que viajaba su hermano Samer, que resultó muerto.
En otro escenario, en la franja de Gaza, fuerzas israelíes demolieron esta madrugada la casa de Adnan el Ghul, uno de los principales jefes de Hamás, que se atribuyó el atentado de anoche en el café Moment. Asimismo, helicópteros israelíes realizaron un bombardeo de represalia contra el edificio de la Fuerza 17 e instalaciones militares palestinas en Ramala, en Cisjordania, sin que se hubiera informado de víctimas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de marzo de 2002