Superada la volcánica final de Copa y a la espera de la madre de todas las batallas -Barça-Madrid, el sábado en el Camp Nou-, dos equipos se merecen todos los titulares: el Valencia, líder, y el Betis, tercero. Uno y otro se han anclado en cabeza cuando la Liga enfila el tramo decisivo.
Y van muy en serio, tanto como aspirantes al título como a desbancar de la Liga de Campeones a algún aristocrático del fútbol español.
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Es curioso observar que ambos han llegado a la cima con perfiles muy similares: son raquíticos en ataque y crudos en defensa (los menos goleados, uno con los zagueros más curtidos de la Liga y otro con los más novatos). Los 35 goles que lleva marcados el Valencia y los 34 que lleva el Betis son los mismos que acumulan la Real y el Rayo, ambos en puestos de descenso. Y eso que el conjunto andaluz ha marcado en diez de las últimas once jornadas, animado por el descaro del canijo de Triana, Dani, un esquelético delantero que martirizó a un penoso Barça -otra vez mal maquillado por Rexach-.
Bien armado por Juande Ramos, que ha conseguido arrancarse la etiqueta de entrenador de una sola vuelta (la primera), el Betis puede igualar el domingo en Zaragoza sus dos mejores rachas de la historia, once partidos consecutivos sin perder: en la temporada 1979-1980, con Carriega en el banquillo, y en la 1996-1997, con Serra Ferrer. Más llamativo que sus números resulta el carácter juvenil del equipo. Varela, Juanito, Rivas, Capi, Joaquín y Dani representan el enésimo eslabón de la prolija cantera sevillana. Mientras, en casa del líder la hinchada vibra con la honestidad de Carboni (37 años) y pide la renovación de Djukic (36). Habrá que ver qué política resiste mejor la angustia final: ¿Las cicatrices de mil batallas de los valencianistas o la frescura y desparpajo de los béticos?
Para batallita la que han mantenido durante toda la semana Toshack y Clemente, colegas de golf no hace mucho tiempo. Como el segundo se pica con el vuelo astral de un mosquito y al primero le sobra la mala baba, la bronca es sencilla. El vasco y el galés se citaron ayer en Anoeta, y Clemente dejó a su ex amigo al borde de firmar, como director deportivo, su propio despido. El Tenerife ya supera a la Real, penúltimo. Un túnel por el que se asoman Zaragoza y Villarreal, que destilan un tufillo preocupante. Como inquietante se presenta la semana: Arsenal-Depor; Barça-Liverpool; Inter-Valencia; y... Barça-Madrid. Cuatro partidos del siglo en cinco días.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de marzo de 2002