El modesto incremento de la ayuda al desarrollo por parte de EE UU serán los 5.000 millones anuales de dólares (5.750 millones de euros) a partir de 2005 anunciados por el presidente George W. Bush hace una semana. Es decir, un 50% más que la ayuda actual. Todas las expectativas de un aumento mayor creadas en las últimas horas han resultado infundadas.
Hasta la consejera nacional de seguridad, Condoleezza Rice, contribuyó con sus comentarios a alimentar una confusión de cifras que no se sabe bien si responde a un error matemático o a la convicción extendida de que Bush haría algo por mejorar un anuncio que queda muy lejos de las necesidades financieras señaladas por la propia ONU. Pero fue en vano.
El secretario del Tesoro, Paul O'Neill, aclaró el pasado jueves en Monterrey que las noticias de un incremento de más del 100% en la ayuda oficial difundidas ese día por los primeros periódicos de Nueva York y Washington carecían de fundamento. 'Lo que el presidente dijo', explicó O'Neill, 'es que la ayuda de Estados Unidos, que actualmente totaliza 10.000 millones de dólares anuales, se elevará en tres años hasta 15.000 millones de dólares anuales'. El incremento de 5.000 millones, añadió, se logrará en tres tramos de 1.400, 1.600 y 2.000 millones efectivos, respectivamente, en 2003, 2004 y 2005. El discurso de ayer de Bush no hizo más que confirmar esos datos.
Frente al PIB de EE UU, de unos 9,9 billones de dólares, los 15.000 millones de la ayuda incrementada representan un 0,15%. La UE acordó en la cumbre de Barcelona elevar en cuatro años la ayuda hasta el 0,39% del PIB medio europeo, lo que supondrá un gasto adicional anual de casi 7.000 millones de dólares para que la ayuda total pase de 27.000 millones a 34.000 millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de marzo de 2002