Fue una intervención in extremis. La noche del jueves, cuando la población palestina se preparaba para lo peor y los tanques israelíes empezaban a desplegarse en Gaza y Cisjordania, el presidente Yasir Arafat anunció que aceptaba un alto el fuego sobre las bases del llamado Plan Tenet. El Gobierno israelí desestimó la propuesta de Arafat y le exigió de nuevo que acabe con el terrorismo. Poco después de que el líder palestino hablara por televisión, el Ejército israelí abatió a tiros a un activista de Hamás que había matado a cuatro colonos judíos en Cisjordania.
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"Reafirmo nuestra disposición para poner en práctica un alto el fuego inmediato, tal como hemos comunicado al [enviado estadounidense] general Anthony Zinni", declaró Arafat, en árabe traducido al inglés por el negociador palestino Saed Erekat. "Le hemos informado de que estamos preparados para iniciar de inmediato y de forma incondicional la puesta en práctica del Plan Tenet tal como fue escrito, así como [las recomendaciones] establecidas en el Informe Mitchell", añadió. El plan de George Tenet, director de la CIA, busca poner fin a la violencia entre palestinos e israelíes, mientras las propuestas del ex senador demócrata de EE UU George Mitchell, tienen un mayor alcance político y diplomático.
A pesar de las palabras del líder palestino, el Departamento de Estado norteamericano hizo hincapié en que Arafat no ha aceptado las medidas específicas para iniciar una tregua propuestas por el mediador Zinni. "Todavía no tenemos las medidas concretas", declaró una fuente de la diplomacia estadounidense a la agencia Reuters.
El Gobierno israelí desestimó la propuesta de Arafat. "No cambia nada. No se trata de un alto el fuego, sino de la aceptación del Plan Tenet. Lo ha dicho 50 veces", manifestó el viceministro de Exteriores, Michael Merchior. "Acepta todo, pero no hace nada. Raanan Gissin, portavoz del primer ministro, Ariel Sharon, indistió en que Arafat debe "tomar medidas inmediatas contra los terroristas".
Su intervención se produjo apenas dos horas antes de que el Gobierno en pleno israelí se reuniera para decidir el alcance de las represalias por el atentado suicida del día anterior en Netania. De todas formas, a esa hora los carros de combate israelíes ya habían dividido la franja de Gaza en tres sectores y se desplegaban en los alrededores de las ciudades autónomas de Ramala y Nablús, ambas en Cisjordania. El despliegue parece el principio de una operación militar más amplia. Las fuerzas de seguridad israelí según el diario Haaretz, ha abandonado la política de contención que adoptó a la llegada de Zinni, a la zona.
El temor a un ataque hizo evacuar las oficinas y los cuarteles de las fuerzas de seguridad palestinas. Muchos ciudadanos hicieron acopio de víveres en previsión de un nuevo bloqueo israelí. Las embajadas europeas también recomendaron a sus nacionales que abandonaran Gaza y Ramala. Igual llamamiento hicieron las ONG a sus empleados. En Ramala, un centenar de activistas europeos y estadounidenses se manifestaron en solidaridad con los palestinos.
"Estamos dispuestos al cien por cien a aplicar el Plan Tenet que debe conducir a la aplicación del Plan Mitchell", insistió Arafat ante los periodistas reunidos en la sede oficial de la Administración Palestina en Ramala, donde se encuentra bloqueado desde el pasado 3 de diciembre.
Su anuncio constituye un reto para Sharon, que hasta ahora acusaba a Arafat de estar bloqueando los esfuerzos de Zinni. Sin embargo, tampoco supone un cambio fundamental de postura, ya que no menciona las propuestas de compromiso redactadas por el mediador estadounidense, que los palestinos han considerado desde el principio muy pro israelíes y alejadas del Plan Tenet.
Ataque a una colonia
Por otra parte, un activista palestino se infiltró en la noche del jueves en una colonia judía de Cisjordania y tras abrirse paso a tiros, se atrincheró en una vivienda. Cuatro colonos, todos de la misma familia, resultaron muertos. El ataque, reivindicado por el grupo palestino radical Hamás, se produjo en el asentamiento de Elon More, al sur de Nablús. El Ejército israelí abatió a tiros al militante palestino, que mantuvo a varios rehenes durante el asalto.
De acuerdo con el relato de testigos presenciales, el joven Abdel Ahmed Jawad logró alcanzar una casa en uno de los extremos de la colonia y comenzó a disparar contra sus habitantes. La policía rodeó la casa, en cuyo piso superior aún se encontraban dos colonos. Este tipo de acciones son otra forma de atentado suicida, sin necesidad de forrarse el cuerpo con explosivos.
"Estamos en contra de los ataques dentro de Israel y en especial contra los civiles", reiteró a este diario un ministro palestino que sin embargo se negó a considerar civiles a los colonos. "Son gente armada, que dispara y mata, yo no les incluiría en esa categoría", precisó la fuente, que pidió el anonimato.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de marzo de 2002