La peor tormenta caída sobre Tenerife deja sin casa a cientos de personas

El hallazgo ayer de otro cadáver eleva ya a seis las víctimas mortales a causa de las lluvias torrenciales caídas el domingo en Tenerife. 50 personas han sido atendidas en los hospitales por las heridas que se infligieron al luchar por salvarse de la tromba de agua y unas 500 permanecen evacuadas de sus hogares, de los que unos 350 están destrozados por el agua. Anoche fueron desalojados 180 vecinos del barrio de La Alegría por temor a nuevos derrumbes. El ministro de la Presidencia, Juan José Lucas, afirmó que el Gobierno aplicará "cuantas medidas excepcionales sean necesarias" para reconstruir Santa Cruz.

Lucas transmitió al presidente de Canarias, Román Rodríguez, y al alcalde de la capital tinerfeña, Miguel Zerolo, la "solidaridad, dolor y tristeza" del Gobierno central. El ministro de la Presidencia subrayó "el compromiso de apoyo a las Administraciones autonómicas y local" mediante medidas que adoptará el próximo Consejo de Ministros, que examinará un informe con la evaluación de los daños materiales. Lucas se reunió con las autoridades canarias, acompañado de la subsecretaria del Ministerio del Interior, Ana Pastor, y del director general de la Policía, Juan Cotino. Los Reyes transmitieron a las autoridades canarias su "apoyo y aliento" ante la catástrofe sufrida. El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el de Venezuela, Hugo Chávez, expresaron su solidaridad al presidente canario.

Román Rodríguez decretó tres días de luto "en solidaridad con las víctimas, y con toda la ciudad". Ayer fue hallado otro cadáver. Los fallecidos son Samanta Mendoza Dorta (de sólo dos años), Juan Rodríguez García (46), Berta Martín Jerez (52), José Antonio Galván Morales (35), Gregorio Travieso Pérez (45) y Manuel Ramos González (22).

Santa Cruz amaneció ayer sin lluvia, lo que hizo más visible su aspecto desfigurado. Más de 40.000 abonados tardarán cerca de 72 horas en recuperar el suministro eléctrico, entre ellos los ubicados en el centro comercial y financiero, convertido en un lodazal.

Aunque permanecían las dificultades de conexión para la telefonía móvil, de las 90.000 líneas fijas afectadas ya sólo quedaban 500 sin servicio.

El presidente de la compañía eléctrica canaria Unelco, Ángel Ferrera, pidió, para evitar víctimas, "que nadie manipule los cuadros eléctricos de los edificios para intentar repararlos por su cuenta". La lluvia del domingo dejó sin funcionar más de 400 estaciones de suministro eléctrico, de las que 236 permanecían ayer fuera de servicio.

La Dirección general de Salud Pública del Gobierno canario recomienda el consumo de agua embotellada, incluso para cocinar los alimentos, dado que no existen garantías sobre la salubridad del suministro. La empresa municipal de aguas Emmasa ha enviado cubas y botellas de agua potable a los barrios más afectados -María Jiménez, Valleseco, Cueva Bermeja y, sobre todo, la localidad costera de San Andrés-.

Los dos hospitales de la capital han atendido a 50 heridos, dos de ellos permanecen graves. Algo más de 500 personas desalojadas de sus hogares o que no pudieron llegar a sus casas pernoctaron en el recinto ferial de Santa Cruz. Allí fueron trasladados anoche en tres autobuses unos 180 vecinos del barrio de La Alegría por temor a nuevos derrumbes de las laderas. Protección Civil mantiene para hoy la alerta por lluvias en Canarias.

Tres helicópteros de salvamento rescataron el domingo a 27 personas en San Andrés, Arico y Güímar y, ayer, a un grupo de excursionistas en la plaza de Antequera, a la que sólo puede accederse por mar. Más de 60.000 alumnos no asistirán a sus centros hasta que la Consejería de Educación compruebe que su estado no ofrece riesgos. El puerto permaneció cerrado, por lo que el tráfico de pasajeros se desvió a Los Cristianos, a 80 kilómetros de la capital.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de abril de 2002