Las heridas a consecuencia del accidente ferroviario que el pasado sábado causó la muerte de dos personas en Torredembarra (Tarragona) mantienen aún a 35 personas ingresadas del total de 142 que hubieron de ser atendidas tras el siniestro.
Esos 35 permanecían ayer en los hospitales de Tarragona, Barcelona, Valencia y Madrid; uno de ellos en el Joan XXIII de Tarragona, en estado muy grave.
La compañía ferroviaria continuaba ayer con los trabajos para despejar la vía, necesarios además para la investigación sobre lo sucedido, y se retiraron el Catalunya Express y buena parte del Euromed siniestrados.
Las primeras investigaciones de Renfe apuntan a un error humano del maquinista del Catalunya Express, que habría rebasado las señales en rojo e invadido parcialmente la vía preferente por la que entonces circulaba un Euromed a 155 kilómetros por hora.
En caso de que la investigación iniciada por Renfe ratificara esta primera hipótesis, el informe también debería concluir las causas por las que el sistema de frenado automático, que sí se activó, no fue suficiente para evitar que el tren llegara a interponerse al paso del Euromed.
El maquinista del convoy regional prestó su primera declaración ante la policía judicial, junto a otros testigos, horas después del accidente. El juzgado de instrucción número 4 de El Vendrell, que se hará cargo del caso, reclamará el expediente que Renfe ha abierto sobre el suceso, que se espera que esté concluido en un plazo de 20 días. Además el grupo parlamentario de Convegència i Unió ha solicitado la comparecencia en el Congreso del ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, y del presidente de Renfe, Miguel Corsini, para que expliquen las causas del accidente ferroviario.
Seguridad en las ciudades
El accidente ha reabierto el debate sobre la seguridad en los núcleos urbanos por los que circulan trenes a altas velocidades ya que el impacto de la colisión comportó que el Euromed destrozara un muro del cámping Miramar, en el que había unas 200 personas en aquel momento, mientras que un vagón del Catalunya Express quedó volcado encima de varios coches aparcados junto a la vía.
Fuentes de la compañía informaron de que los trabajos cumplen el ritmo establecido, por lo que se espera que el tráfico por el tramo se recupere en cuatro días. Unos 10.000 usuarios se vieron afectados ayer por la interrupción del tránsito.
Los trenes de grandes líneas como el Euromed también fueron desviados por el interior de la provincia y sufrieron retrasos de entre una a dos horas.
Los afectados fueron más numerosos ayer debido a ser festivo en Cataluña y la Comunidad Valenciana, mientras que se calcula que hasta el restablecimiento de la línea, unos 7.000 viajeros deberán utilizar medios de transporte o bien servicios alternativos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de abril de 2002