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ISRAEL OCUPA LOS TERRITORIOS PALESTINOS

Piqué afirma que los planes de Sharon son contrarios a la ONU

El ministro defiende la actuación de la UE

Josep Piqué afirmó ayer que 'las intenciones del Gobierno israelí' anunciadas durante la mañana por el primer ministro, Ariel Sharon, 'están en contradicción con las resoluciones de la ONU y con el consenso internacional' sobre lo que hay que hacer para salir de la crisis de Oriente Próximo. 'Espero que Israel cumpla lo que le pide la comunidad internacional, porque si no va a complicar las cosas', añadió el ministro de Asuntos Exteriores.

Piqué hizo estas afirmaciones minutos antes de que comenzara un debate en la Comisión de Exteriores del Congreso, durante el cual los partidos de la oposición cuestionaron, por indecisa e ineficaz, la actuación del Gobierno, como presidente de turno de la Unión Europea, en esta crisis. PP, CiU y Coalición Canaria aprobaron, en cambio, la labor del Gabinete, aunque los nacionalistas catalanes criticaron expresamente la falta de decisión de la Unión.

El ministro respondió a unos y otros que la política europea no puede ir más allá de un consenso que, pese a sus limitaciones, está lejos de ser inútil, ya que sin él, reiteró Piqué, no existiría la Autoridad Palestina ni EE UU estaría cambiando su posición para unirse a la presión internacional por frenar a Sharon.

Todos los partidos apoyaron el análisis del ministro, que calificó de "intolerable" la situación actual. Todos, BNG, IU, PNV, CiU y PSOE, condenaron también el terrorismo palestino, y todos, con la excepción del PP, vinieron a calificar de "crímenes de guerra" las acciones militares ordenadas por el primer ministro Ariel Sharon.

Rafael Estrella, como portavoz del PSOE, exigió, sin embargo, a Josep Piqué que aclare de una vez por todas las posiciones del Gobierno español sobre temas como la aplicación de sanciones a Israel o el eventual envío a la zona de una fuerza de interposición amparada por Naciones Unidas, ya que las declaraciones oficiales le parecen tan ambiguas como la conducción por el Gabinete de la política europea. También le reprochó al ministro de Asuntos Exteriores que no reaccionara ante la "humillación" infligida a Europa por Ariel Sharon a través de su persona, cuando le prohibió visitar a Yasir Arafat la semana pasada. Piqué se limitó a responder que está "abierto al debate sobre las sanciones" y a otras medidas, ya que "en este momento es difícil no considerar todas las posibilidades".

Mientras, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, se atrevió ayer a insinuar la eventualidad de revisar el acuerdo comercial con Israel y recomendó a Piqué, convocar el consejo de asociación que supervisa ese pacto, suscrito en 1995 y vigente desde 2000. Prodi eludió contestar si las acciones israelíes son compatibles con la cláusula democrática que contemplan todos los acuerdos de asociación que la UE concibió con los países del sur del Mediterráneo. "Primero hay que hablar con Israel, pues es así como se gestionan las relaciones con los amigos". Prodi telefoneó a Piqué para sugerirle la posibilidad de adelantar la fecha de la reunión del Consejo de Asociación con Israel, prevista para diciembre.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de abril de 2002