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ISRAEL OCUPA LOS TERRITORIOS PALESTINOS

Sharon permite al enviado de EE UU visitar a Arafat tras prohibírselo a los de la UE

Solana y Piqué califican de 'error' el aislamiento al que está sometido el líder palestino

El mediador estadounidense puede entrevistarse con Arafat, pero los enviados de la Unión Europea, no. Así lo decidió ayer Israel, que desde hace una semana mantiene al presidente palestino sitiado en Ramala. Nada más saber que no podrían visitar a Arafat, el representante europeo para la Política Exterior, Javier Solana, y el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, cancelaron su cita con el primer ministro israelí, Ariel Sharon. Ambos políticos calificaron de "error" el aislamiento -sin agua, luz y alimentos- al que está sometido el líder palestino en sus oficinas.

Anthony Zinni, el enviado de Washington, será hoy el primer alto cargo extranjero que verá a Arafat en las ruinas de la sede presidencial palestina. La decisión israelí se conoció después de que Zinni se hubiera entrevistado con Sharon y de que el presidente norteamericano, George W. Bush, responsabilizara a Arafat de haber "traicionado las esperanzas de su pueblo". El día anterior, Sharon había rechazado una petición del embajador de EE UU en Israel en ese sentido. Sin embargo, según informó el general Taufik Tirawi, jefe de los servicios de información palestinos que se encuentra con Arafat dentro del complejo de Al Mukata, Zinni se verá con Arafat durante el día de hoy.

La vía libre al mediador estadounidense no debió de sorprender a la delegación europea, a la que acompañaba el enviado especial de la UE, Miguel Ángel Moratinos. "Una solución no es posible sin Estados Unidos", había reconocido con anterioridad el ministro Piqué, quien sin embargo añadió que Washington "no puede resolver el problema solo, pero nosotros le necesitamos".

"Creemos que es un gran error no permitir un encuentro con el presidente Arafat", declaró Solana tras reunirse con el ministro israelí de Exteriores, Simón Peres, en su oficina privada en Tel Aviv. Peres reiteró la postura oficial de su Gobierno: "El Gabinete ha decidido no autorizar las entrevistas entre Arafat y ciertos líderes, porque queremos mantener su aislamiento". No obstante, dijo que transmitiría la petición.

El propio Peres se había declarado pocas horas antes "personalmente favorable" a que el enviado estadounidense pudiera reunirse con el presidente palestino. Lo que no dijo Peres fue que el Ejecutivo israelí consideraba que "los europeos sólo venían a abrir una ventana pública a Arafat", tal como explicó al diario Haaretz una fuente gubernamental que pidió el anonimato.

Hablar en libertad

"Si el objetivo es lograr un alto el fuego, entendemos que es un error muy importante que se impida que hagamos lo necesario en ese sentido; es decir, poder hablar en libertad con todas las partes", manifestó Piqué. "Estamos aquí para intentar ayudar y determinar cómo poner en práctica las resoluciones de la ONU. Para eso necesitamos hablar con todo el mundo", subrayó.

"Tampoco podemos quedarnos sin hacer nada", afirmó Piqué, tras admitir las dificultades de la misión, que calificó de "comprometida y probablemente arriesgada". "Es necesario que los enviados especiales de la UE, EE UU, Rusia y la ONU puedan trabajar con normalidad, que se reúnan con quien quieran y puedan actuar sin obstáculos", insistió.

La delegación europea, que incluía a Moratinos, se reunió en Jerusalén con los otros tres mediadores, con los que analizó la situación. Solana también les informó de las quejas que habían presentado al ministro israelí de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, sobre la situación humanitaria en los territorios palestinos.

Justo en el momento en que se celebraba esa reunión, el presidente norteamericano, George W. Bush, abordaba el conflicto en un discurso. Solana recibió una llamada del secretario de Estado, Colin Powell, en la que le informó del contenido, pero no quiso hacer ningún comentario.

"Hay que escuchar atentamente el discurso de Bush, porque, aunque no estemos totalmente de acuerdo con su contenido, hay algunos puntos interesantes", declaró sin embargo Piqué.

Para el responsable palestino Saeb Erekat, no sólo no había puntos interesantes, sino que se sintió molesto con las declaraciones de George W. Bush. "No podemos aprobar lo que el presidente Bush ha dicho respecto al presidente Arafat, porque Arafat es el presidente elegido por todos los palestinos", declaró Erekat. También dijo que el líder palestino está "dispuesto a recibir a Collin Powell para aplicar la resolución 1.402 del Consejo de Seguridad de la ONU, el informe Mitchell y el plan Tenet".Por su parte, la dirección palestina hizo ayer un llamamiento a la comunidad internacional para que intervenga con urgencia y ayude a poner fin a la ofensiva israelí. "Pedimos a la comunidad internacional una intervención de urgencia para acabar con la guerra y la agresión israelíes contra la dirección y la sociedad palestinas", manifestaba el comunicado redactado de forma conjunta por el Gobierno de la AP y el Comité Ejecutivo de la OLP y difundido desde Gaza. El día anterior, esta misma instancia pidió a los palestinos que se prepararan para una "larga resistencia".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de abril de 2002