No aguantó Joan Gaspart. El presidente del Barcelona tuvo que abandonar el palco después de sufrir una bajada de tensión. Acusó Gaspart la tremenda emoción del encuentro y lo muchísimo que se jugaba su equipo. Gaspart, que sólo pudo presenciar ayer el primer tiempo en su habitual asiento en el palco, entre el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el ex presidente del Comité Olímpico Internacional Juan Antonio Samaranch. Ya eran conocidos los nervios de Gaspart cuando presencia un partido como el de ayer. En su época de vicepresidente prefería incluso encerrarse en un lavabo del estadio durante los minutos finales. Ahora, en su función de presidente, trata de contenerse, aunque es evidente que sufre de lo lindo.
El encuentro estuvo repleto de incidencias, y algunas de ellas pueden costarle muy caras al equipo azulgrana, que puede ser duramente sancionado por la UEFA. Todo empezó en el primer minuto cuando el portero griego Nikopolidis fue alcanzado por la carcasa de una bengala enviada desde la grada. Más adelante, alguien dejó escapar un faisán por el césped. Y lo peor, existe cierta confusión sobre lo acontecido con el médico del equipo griego, Nicos Tzurudis, que tuvo que ser retirado en camilla minutos antes de que finalizara el encuentro. Según la versión del equipo griego, Tzurudiz fue alcanzado por otro objeto lanzado desde la grada. El médico del Barcelona, Ricard Pruna, que acudió rápidamente para atender a su colega desmintió esta versión e informó de que Tzurudis se golpeó con la visera del banquillo y sufrió un ataque de epilepsia.
La sanción de la UEFA dependerá en gran medida de lo que escriba el árbitro en el acta. Pero ésta no es entregada a los clubes, sino directamente a la UEFA.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de abril de 2002