El Bernabéu le ganó el pulso a Kahn. El mismo rostro inexpresivo, los mismos ojos achinados, casi ocultos, brillantes y azules, la misma tez rubicunda y el mismo flequillo casi blanco, pero una actitud muy distinta. El Bernabéu pudo con Kahn. El pétreo guardameta del Bayern, el imponente fanfarrón rubio, reconoció tras la derrota: "La atmósfera del Bernabéu, que era muy agresiva, nos ha influido, sobre todo en el segundo tiempo". Y es que ayer las gradas de Chamartín no se dieron ni un minuto de descanso en la tarea de amedrentar al Bayern en general y a Kahn, en particular. El espíritu del fallecido Juanito, la agresividad del extremo a la que apeló Del Bosque la víspera del partido, consistió en un permanente abucheo al equipo alemán. "Ha sido demasiada presión", confesaba el portero, que un poco antes de finalizar el choque, y ante los insistentes gestos del público contra él, fingió, en actitud burlona, que hacía pucheros y se ponía a llorar. El público terminó aplaudiendo los errores de Kahn y coreando con olés los ronditos con los que el Madrid durmió el partido.
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Salihamidzic, otro de los jugadores diana contra la que estrellaron sus críticas los aficionados blancos, también reconoció que su equipo había estado "flojo". El bosnio recibió nada más comenzar el choque un violento golpe de Roberto Carlos en la nariz, pero calificó este hecho de "lance del juego". Para Salihamidzic el problema del Bayern estuvo "en no finalizar las jugadas. Nos falló mucho el último pase".
"El Madrid nos ha metiddo mucha presión", explicaba un desganado Hitzfeld, el técnico del equipo alemán. Para el preparador el Madrid "mereció la victoria porque ha sido mejor", pero no olvidó escudarse en alguna excusa y recordó "el golpe tremendo a Salihamidzic, que le ha roto la nariz". También tuvo palabras para Raúl a quien calificó de "muy duro". Hitzfeld tampoco resistió la tentación de subrayar el dinero que gastan los clubes españoles o italianos, "mucho más que nosotros". "Hay que ser realistas", concluyó.
Kahn, derrotado, subrayó que la temporada "ha sido muy mala para el Bayern". Sin embargo, su técnico aseguró que no piensa que haya "acabado un ciclo", aunque concedió que el equipo alemán "tiene que reforzarse"
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de abril de 2002